Daños a la salud por implantes mamarios
n julio pasado, las autoridades sanitarias de Brasil multaron con 750 mil dólares a la empresa EMI, importadora de los implantes mamarios franceses PIP, después de constatar la mala calidad de las prótesis. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria dijo que la importadora cometió fraude
porque los implantes de silicona no cumplían los requisitos de resistencia exigidos. Y es que 41 por ciento de las pruebas realizadas a las prótesis no alcanzó los niveles mínimos de calidad. La multa es la máxima que puede imponer dicha agencia.
Previamente el gobierno francés había recomendado a las usuarias de implantes mamarios de PIP que se los quitaran, debido a un aumento de las denuncias de rotura. La recomendación se extendió a varios países latinoamericanos, uno de los mayores mercados de PIP. Sin embargo, siguieron utilizándose. La presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, alertó entonces sobre la necesidad de tomar medidas para evitar el reinado de los implantes, lo que incluye a los cirujanos que se dicen especialistas en cirugía estética. Brasil, Argentina y Colombia conforman en América Latina el paraíso de quienes desean moldear su cuerpo, pero no cuentan con medidas de control para evitarle problemas a los pacientes. O la muerte.
Mayor control es lo que solicitan los médicos de Alemania, por ejemplo. En Italia los legisladores ya prohibieron los implantes mamarios a las menores de 18 años con fines exclusivamente estéticos. No ocurre igual en Colombia, donde las adolescentes en vez de fiesta de 15 años piden de regalo un implante de senos. El problema lo aborda la narcoserie Sin tetas no hay paraíso, de gran éxito en la televisión de habla hispana.
Hace un mes murió en Cancún una mujer que acudió al consultorio patito, Art Clinic, con la finalidad de realizarse un implante de senos y una abdominoplastía. La mujer, de 29 años, sufrió allí una hemorragia interna, por lo que fue trasladada de urgencia al Hospital General, donde no pudieron hacer nada para salvarle la vida. La clínica patito funcionaba en una casa. El médico dueño del lugar, Hugo Emilio Chéves, era quien realizaba la operación estética
, y no supo qué hacer al momento de la hemorragia. Ahora las autoridades lo buscan por homicidio.
Como suele ocurrir en estos casos, las autoridades de Cancún anunciaron que tomarán todas las medidas necesarias para acabar con las “clínicas patito”. Estos negocios ilegales existen también en el resto del país, cobijados por la corrupción oficial. Además, no hay una legislación que regule con la seriedad que merece una especialidad médica de moda que puede causar severos daños a la salud de las pacientes. El caso de la roquera Alejandra Guzmán es uno entre muchos más que no registran los medios porque las víctimas no son famosas.