Viernes 12 de octubre de 2012, p. 34
Santiago, 11 de octubre. Cuatro presos mapuches que llevan 45 días en huelga de hambre en la cárcel de Angol, en la Araucanía chilena, fueron trasladados la noche del miércoles a un hospital de Concepción debido a su delicado estado de salud luego de haber perdido 13 kilos de peso. Sin embargo, están bien de ánimo
y han decidido mantener la medida de presión.
Según voceros del movimiento mapuche, la intención es clara y se trata de sacar a los ayunantes de su medio para restarles apoyo, a la vez que se intentan medidas judiciales para alimentarlos a la fuerza. El vocero del grupo, Daniel Melinao, confirmó la grave pérdida de peso y que a pesar de las condiciones difíciles mantienen su reclamo de anulación de los procesos por homicidio frustrado que enfrentan.
Roberto Coloma, funcionario del Ministerio de Justicia de la región Bío Bío, cuya capital es Concepción, señaló que se espera la resolución de un recurso de protección presentado por la Intendencia de la vecina Araucanía, con la petición de que en caso de que se nieguen a recibir alimentación, tengan que ser nutridos por otros métodos no especificados.
Una amnistía, cuestión del Congreso: presidencia
Escoltados por gendarmes y carabineros, los cuatro comuneros mapuches llegaron desde Angol al Hopital Regional de Concepción.
A eso de las 20 horas del miércoles ingresaron al hospital en completo hermetismo y apoyados desde el exterior por un pequeño grupo de adherentes de la causa mapuche.
Los ayunantes Paulino Levipán Coyán, de 24 años; Daniel Levinao Montoya, de 19; Rodrigo Melinao, también de 19, y Eric Montoya Montoya, de 20, pertenecen a la comunidad Wente Winkul Mapu. Levipan, al salir de Angol indicó: estamos mal
, y agregó que se mantendrán en ayuno hasta obtener su libertad al igual que el resto de quienes se consideran presos políticos
.
Consultado sobre este caso, el presidente conservador chileno, Sebastián Piñera, manifestó que una amnistía es problema del Congreso
. Dos de ellos, Levipán y Levinao, ya fueron condenados a penas de más de 10 años de cárcel bajo cargos de homicidio frustrado de carabineros y porte ilegal de arma. Melinao y Montoya aún son procesados por presunto homicidio frustrado de otro policía.