En noviembre de 2010, policías del municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, detuvieron a un hombre –identificado como V1– que se encontraba en su auto, porque tenía una actitud sospechosa, y aunque al llevarlo a instalaciones de la policía ministerial se comprobó que no tenía vínculos con ninguna organización delictiva, fue entregado a elementos de la Secretaría de Marina, que afirmó haberlo puesto en libertad, sin que hasta el momento se sepa nada más de él, señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Luego de investigar el asunto, el organismo dirigido por Raúl Plascencia Villanieva, concluyó que los policías municipales y ministeriales de San Pedro Garza García violaron los derechos de V1 a la libertad personal, la vida, la integridad, la seguridad personal y el trato digno, al detenerlo de forma arbitraria y transferir su custodia a efectivos de la Marina por una orden verbal, sin seguir ningún protocolo y sin dejar registros escritos de ello.

Por lo anterior, la CNDH pide en su Recomendación 55/2012 al gobierno de Nuevo León que inicie una búsqueda efectiva de V1 y lo presente con vida, o en su defecto localice sus restos mortales; otorgue una indemnización a su viuda y le brinde ayuda sicológica y médica, y llame a su personal de seguridad a seguir protocolos para evitar nuevos casos de detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.