La industria utiliza mecanismos alternativos a la publicidad
Domingo 23 de septiembre de 2012, p. 38
Los adolescentes y las mujeres son los grupos de población más susceptibles a los efectos del tabaco, así como a generar dependencia a las sustancias de los cigarros, lo cual los convierte en el blanco de las empresas del ramo que han concentrado esfuerzos en llegar a ellos, advirtieron especialistas.
Los jóvenes son mucho más sensibles a los efectos de la nicotina debido a que su organismo no ha terminado de desarrollarse –la maduración ocurre alrededor de los 21 años– y a que la inmadurez sicológica hace que la toma de decisiones sea menos libre, explicó María Elena Medina Mora, directora general del Instituto Nacional de Siquiatría.
Algunas investigaciones explican que la adicción a la nicotina en un joven puede dispararse desde el primer consumo.
Un estudio hecho en México reveló que de 2003 a 2006 subió de 19.9 a 24.9 por ciento la prevalencia de consumo de tabaco en muchachos de 13 a 15 años, lo cual sigue incrementándose, y eso lo sabe bien la industria, que tiene campañas dirigidas a la juventud
, alertó Juan Núñez, coordinador de la Alianza Nacional para el Control del Tabaco (Aliento).
Aunque el promedio nacional de edad de inicio de los fumadores es 16 a 18 años, cada vez hay a más temprana edad, incluso desde los 10 años, dijo.
Por lo que se refiere a las mujeres, son más propensas a los efectos de la nicotina –en razón de dos a una–, debido a la depresión, pues esa sustancia química provoca una mejora evidente de estado de ánimo.
A ello se suman ideas erróneas, como que el tabaco ayuda a bajar de peso y que fumar es signo de igualdad entre hombres y mujeres o arma de seducción, así como la vía para pertenecer a un círculo social o para alcanzar popularidad, afirmó Alejandra Buggs, directora del Centro de Salud Mental y Equidad de Género.
Cifras oficiales indican que ha aumentado el consumo de tabaco entre mujeres, pues mientras en 1989 el porcentaje que fumaba era de 39 por ciento frente a 54 de hombres, en 2006 los números fueron 47 y 49, respectivamente.
Lo anterior ha derivado en que la industria tabacalera dirija su atención a esos grupos, futuras legiones de consumidores, agregaron los especialistas.
Al participar en un foro sobre políticas públicas para el control de tabaco, Medina Mora se refirió a documentos de la industria que antes eran secretos, los cuales claramente muestran que hubo una estrategia para buscar esos mercados. Sabían que la adolescencia es una edad importante para el inicio y elección de la marca; se enfocaron claramente en el grupo de 14 a 18 años
.
Núñez apuntó que ante la prohibición expresa en el país de hacer publicidad de tabaco, las cigarreras han encontrado otros mecanismos para capturar
a jóvenes y mujeres, apoyados en estereotipos y modelos aspiracionales.
Así, el diseño fino de cajetillas que contienen pocos cigarrillos y la versión light o mentolada atrae a mujeres; mientras, el uso de puestos atractivos en puntos de venta y la promoción de marcas mediante camisetas que se reparten en centros de baile o gimnasios está dirigida a los adolescentes.