El pleno de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio y condenó los asesinatos de los diputados locales del PRI en Sonora, Enrique Castro Luque, y del estado de México, Jaime Serrano Cedillo, y demandó el esclarecimiento de ambos crímenes. El presidente en turno de la mesa directiva, Francisco Arroyo Vieyra, condenó la violencia y la inseguridad por los que pasa la sociedad mexicana e hizo un llamado a quienes lo fomentan, para que se conduzcan por el camino de la legalidad, la institucionalidad y el respeto a la convivencia armónica. A su vez, el diputado Faustino Félix Chávez (PRI) afirmó, desde su curul, que las balas de la intolerancia alcanzaron a un hombre íntegro, limpio y honesto comprometido con su comunidad como fue Castro Luque.