La fuga de internos del penal estatal de Piedras Negras, Coahuila, fue analizada desde diversos ángulos por los actores políticos. El presidente Felipe Calderón deploró lo ocurrido y resaltó la huida –en los últimos seis años– de más de mil reclusos de cárceles estatales y, en cambio, ninguno de las federales, por lo que llamó a corregir la vulnerabilidad de las instituciones de justicia en las entidades.

En contraste, el coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, aseguró que la escapatoria constituye una llamada de atención al gobierno saliente para que no permita laxitud en la disciplina, el orden y la responsabilidad de los penales, porque a este gobierno es al que se le puede salir de las manos, antes de que tome posesión Enrique Peña Nieto.

Calderón Hinojosa se ocupó de los sucesos ocurridos en la frontera coahuilense antes y durante una gira que realizó por Oaxaca, y vía Twitter respondió a señalamientos del PRI que responsabilizan de la situación en las cárceles al gobierno federal.

En el Senado, PRI, PAN y PRD coincidieron en ubicar complicidades y tolerancia de las autoridades para la comisión de estas fugas. Pero mientras el blanquiazul responsabilizó a las autoridades locales, el tricolor resaltó que es la fuga más importante de la historia del país y sin duda hay complicidades, pero también corresponsabilidad del gobierno federal.

El PRI pidió recordar la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán de un penal de máxima seguridad (Puente Grande, en Jalisco) la cual, apuntó, no pudo llevarse a cabo sin connivencia.

Beltrones resaltó que esta fuga evidencia un sistema penitenciario fallido, como muchas otras tareas del gobierno de Felipe Calderón, y coincidió con el compromiso de Enrique Peña Nieto de encontrar soluciones a la lucha contra la delincuencia organizada y realizar esa tarea con más inteligencia que fuerza para evitar tantas muertes como las ocurridas en los seis años recientes, un récord del cual nos sentimos avergonzados.

Por su parte, el coordinador de los diputados de Acción Nacional, Luis Villarreal, achacó la culpa al gobierno de Rubén Moreira (PRI). La corrupción se fue a esconder bajo las enaguas de los gobiernos estatales. Me parece muy grave lo que sucedió en Coahuila, dijo.

Admitió que si bien se trata de reos del orden federal, su custodia correspondía al gobierno del estado. Hay una responsabilidad y me parece muy poco jabón para que se pueda lavar la cara el gobierno de Coahuila, cuestionó.

Finalmente, el coordinador del PRD, Silvano Aureoles, expuso que las fallas de seguridad en los penales se explican porque ahí privan la corrupción y el tráfico de influencias; las autoridades prefieren que los internos ejerzan control, formen grupos que manejan a los reos y (se dediquen al) negocio de las drogas, secuestro y extorsión.

En el Senado, el PAN presentó un punto de acuerdo para que esa cámara exhorte al estado de Coahuila a coordinarse con el municipio de Torreón e instrumente un plan emergente, de resultados medibles para combatir la inseguridad en La Laguna.