Es fundamental una autonomía en los museos que derive en su concepción y funcionamiento libre, abierto, antidogmático, incluyente y alejado de los vaivenes políticos, pero la mejor manera de que cumplan sus objetivos quizá sea propiciar la participación social en ellos, planteó el biólogo e investigador José Sarukhán.

Impulsor de la creación en 1992 de Universum Museo de las Ciencias durante su gestión como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sarukhán advirtió que no se ha desarrollado de manera adecuada la relación entre los museos y sus usuarios, quienes deberían ser corresponsables de los mismos bajo la idea de que esos espacios educativos son útiles para la sociedad.

Los museos son otra manera de educación, tan importante como la instrucción formal, destacó Sarukhán, quien participó ayer en el encuentro internacional ¿Qué hace posible al museo?, realizado del 17 al 19 de este mes en la Unidad de Seminarios del Fondo de Cultura Económica.

Ante responsables de varios museos del país, dijo que quienes estén a cargo de dichos espacios debe ser mediante una estricta valoración académica, profesional y técnica, no por influencias familiares o amistosas, y consideró que la autonomía debe ser asignada con cautela pues puede derivar en el abandono del museo, en lugar de en su apoyo y fortaleza.

Con Universum se pudo hacer una institución en la que hay estabilidad adecuada para poder trabajar y la libertad para sacar estas ideas. Es la importancia de la autonomía, que no estén lo vaivenes políticos o administrativos de cualquier tipo de organismo, particularmente si es gubernamental.

Comentó que hay muchos tipos de museos: gubernamentales, semioficiales con elementos privados y particulares. Los que funcionan nada más como oficinas burocráticas, dijo, son “la peor de las opciones posibles.

“El gobierno no está hecho –por lo menos el mexicano– para manejar museos”, en contraste con lo que sí pasa en otros países, como el Smithsonian, que es gubernamental aunque con una amplia participación social, aseguró.

Sarukhán afirmó: un museo, aunque aborde un tema específico, debe estar abierto a la riqueza intelectual y aportes del país y del mundo.