Educación alimentaria
a salud está íntimamente relacionada con la alimentación. En México, a los problemas de desnutrición debidos a la pobreza se agregan hoy enfermedades asociadas con el cambio drástico de la dieta tradicional. Para revertir este problema y rencontrar el camino no es necesario ir muy lejos; basta conocer la manera en que se alimentaban nuestros abuelos, afirman los investigadores Agustín López Munguía y Carmen Wacher Rodarte, al analizar las tecnologías alimentarias de la época prehispánica.
Lo que nuestras abuelas hacían con naturalidad, hoy se tiene que aprender a causa del impacto que han tenido los productos industrializados en la salud. A brindar herramientas a los maestros y promotores culturales, a las autoridades locales y en general a aquellos que tengan influencia en las comunidades, se dirige el libro Educación alimentaria, de Luz Elena Salas Gómez.
Aparece ahora en su segunda edición con nuevos ensayos y actualizaciones a los anteriores; lo edita Trillas. Ya nos hemos referido en este Itacate al interesante proyecto que coordinó en Oaxaca esta maestra universitaria, que ha dedicado buena parte de su vida a difundir la riqueza de la cultura alimentaria de los mexicanos.
Ahora hacemos un breve repaso del rico y útil contenido de este libro. Son de su autoría tres de los artículos. Ahí desarrolla conceptos básicos sobre nutrición en sus distintos aspectos, desde la función de las vitaminas y los minerales, hasta la importancia del entorno afectivo en relación con la comida. Concibe la educación alimentaria con un enfoque que no se limita a informar sobre lo que se come y cómo se come
, sino en hacer conciencia del valor de la vida y lo que la mantiene; del por qué y para qué de la alimentación; de que importan los años que podamos vivir, pero más, de cómo los queremos vivir
.
Describe también las premisas del programa dirigido a comunidades zapotecas, que allá bautizaron como Gunrúu banns le dé quieru quie sotzcaru chllia: Vamos a aprovechar lo que tenemos para vivir sanos y felices”.
Ahí se engloba la base del trabajo de Salas: volver los ojos al entorno para valorar y aprovechar lo que nos ofrece o lo que podamos cultivar y criar; así nos alimentaremos con comida sana y fresca.
Otros ensayos del libro se refieren a los impactos de la nutrición en la etapa de gestación y en la edad temprana de una persona, así como a la alimentación de los antiguos mexicanos, a sus tecnologías, a la historia de la cocina en el Mediterráneo, y a la relación entre biodiversidad y riqueza cultural en la cocina mexicana. Pronto les daremos un espacio aquí.