Jalapa, Ver., 17 de septiembre. El investigador Enrique Florescano, autor de numerosos libros y artículos sobre una diversidad de temas sobre México, recibió un homenaje nacional por su trayectoria de más de 50 años de historiador.

En el acto, efectuado en el Museo de Antropología de esta ciudad, Florescano fue definido como mexicano universal y ”caminante incansable en busca del conocimiento”, y se le entregó una planta a la que se impuso el nombre Mostera Florescanoana.

Enrique Florescano es un veracruzano, mexicano universal de tiempo completo, dijo Juan Ortiz Escamilla, director del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana (UV).

En el auditorio del recinto, donde se congregaron académicos, investigadores, familiares y amigos del homenajeado, se reconoció a Florescano como uno de los principales renovadores de la investigación histórica, que introdujo en México el enfoque historiográfico de la escuela francesa de los Annales, con su interés por el estudio de los largos procesos históricos desde las perspectivas económica y social.

Apertura a lo insólito

En su intervención, Enrique Florescano destacó que su trayectoria académica y su obra no habría podido cumplirse sin la enseñanza que recibí en la Universidad Veracruzana, en los años cruciales de 1956 a 1960, donde vivió lo que llama un vuelco radical en mi vida.

La universidad cambió mi visión pueblerina del mundo y me empujó sin más trámite al estudio de disciplinas como el derecho y la historia; me abrió el inesperado horizonte de las letras, la música y las artes; me transformó en algo nuevo, un ser especial.

Evocó a los maestros que tuvo, como Gonzalo Aguirre Beltrán, Edmundo O’Gorman, Daniel Cosío Villegas, Silvio Zavala, Luis González y González, Fernand Braudel, y dijo que cada uno “me mostró los diversos rostros de esa dilatada enciclopedia que comprimimos en la palabra historia.

“La historia –prosiguió–, al ser escénicamente un encuentro con lo extraño, con lo remoto y ya desaparecido, exige una disposición para el asombro, una apertura a la novedad de lo insólito, un ejercicio de la tolerancia.”

Florescano citó a David Harlan: El único modo que nosotros como historiadores podemos llenar nuestra responsabilidad con los muertos, es asegurarnos de que sus obras no se pierdan en el pasado; en otras palabras, levantarlas del cementerio y ayudarles a tener nueva vida entre los vivos. Que el mejor modo de respetar a los muertos es ayudarlos a hablar con los vivos.

Añadió que al ordenar el pasado, se crea el almacén de la memoria colectiva, y reiteró que la historia es la disciplina más adecuada para formar ciudadanos.

Reconoció las enseñanzas para realizar investigación histórica que recibió en El Colegio de México, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, dijo que Enrique Florescano posee una visión social única que lo ha convertido en impulsor de la cultura mexicana, ya que al desentrañar nuestro pasado, con profesionalismo, ha trazado el camino a seguir por las futuras generaciones.

Raúl Arias Lovillo, rector de la UV, expresó gratitud al homenajeado por contribuir al engrandecimiento de esa casa de estudios y de varias instituciones con las que ha colaborado pero, sobre todo, el aporte a la historiografía.

Todos sabemos que el doctor Florescano ha sido y es un gran renovador de la investigación histórica en México, pero no sólo en eso, sino que con su vasta obra sobre diversos temas, como el pasado prehispánico, sus símbolos y mitos, el sustrato económico y social de la historia, ha ido configurando un mosaico riquísimo que perfila claramente ese ambicioso proyecto suyo de una gran memoria mexicana, y eso lo hace adquirir un rango mayor entre nuestros historiadores, el rango, diría yo, de clásico entre los historiadores mexicanos e hispanoamericanos.

En octubre, Florescano recibirá la Medalla al Mérito de la UV, adelantó el rector.