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Nosotros ya no somos los mismos

Assange, ¿sujeto o complemento?

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Julian Assange permanece desde el 19 de julio en la embajada de Ecuador en Londres. La imagen corresponde a una de sus visitas a la Suprema Corte de la capital inglesaFoto Ap
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e me ocurrió: ¿Assange es sujeto o complemento? Si decimos: Julian violó a dos señoritas suecas, no hay duda, él ejecutó la acción del verbo y es el sujeto responsable de la misma. Si afirmamos: Los gobiernos sueco, inglés y estadunidense violan a Julian, sus elementales derechos, éste pasa a categoría de complemento, es decir, determinante del predicado que nombra el objeto sobre el que recae directamente la acción del verbo.

Yo sostengo que Julian no es el sujeto, no es el ejecutor (me refiero a la acción del verbo, nada más). Pruebas de esas que los abogados llaman supervinientes me lo ratifican: el abogado James D. Catlin demostró que durante el mes de agosto las señoritas Ardin y Wilen alardearon, por medio de sus respectivos Twitters, de la conquista del famoso australiano. Ardin, además, organizó (el día 14, dos días después del presunto agravio) un sonado reventón en su flat, en el que presentó en sociedad a su nuevo galán e hizo públicos reconocimientos a la capacidad de su cangurera (no olviden que es australiano).

La señorita Wilen, por su parte, confiesa que desde la primera vez el romance fue una relación de confianza y cooperación: él le decía los accesorios que necesitaba para su laptop y ella los proveía. La invitó primero al Museo de Ciencias (recuerden su nivel intelectual) y luego al cinito (seguramente una retrospectiva de Bergman). Posteriormente la señorita Wilen declaró que tan pronto se pronunciaron las bíblicas palabras de: ¡Apáguese la luz!, y la oscuridad se hizo, Julian, sin aviso previo, ya le había introducido las manos debajo del jersey para acariciar sus pechos, y pasar luego a desabrocharle (sin haber encontrado mayor resistencia) tanto el pantalón como el braguero. Assange de seguro es ambidiestro y de capacidades (más que) diferentes. El pulpo Paul (famosísimo profeta deportivo) resultaba, en estos menesteres, más ineficaz frente a Julian que los mancos de Celaya y de Lepanto juntos.

A estos sanos y maravillosos procederes en Saltillo se les llama poéticamente pichonear, en reconocimiento a los intercambios amorosos que estas querendonas aves suelen prodigarse. La vulgaridad suele nombrar a estos beneficios colaterales del cinematógrafo como fajar, cachondear, meter mano, prender el bóiler, rociar la ropa. Ignoro las expresiones técnicas o coloquiales usadas por la señorita Wilen cuando días después, ya desvanecidos los efluvios que esa noche trastornaron su razón, declaró todo lo anterior a la autoridad como razón de su explicable liviandad.

Como a ella desde chiquita le habían enseñado a no dejar las cosas a medias, lo instó a buscar un hotel cercano, pero él le respondió con una demoledora expresión: “vamos mejor a tu depa, a mí las chicas me gustan más en su hábitat natural”. Luego, con mirada cómplice, agregó: paga el transporte para que no me rastreen por medio de mi tarjeta.

Toda noche agitada provoca apetito: por la mañana Julian reclamó un desayuno que no había en casa y la solícita señorita Wilen fue al pequeño bistrot a cumplirle el antojo. Otra vez su costumbre de terminar siempre lo iniciado le impidió ir a la policía a denunciar al gandul, que aún permanecía en el tálamo y regresó a la brevedad a finiquitar su pendiente. Fue apenas el día 20 que se apersonó en la delegación de policía a presentar su denuncia. ¡Quién lo creyera!, pero en Estocolmo le pasó lo mismo que a los habitantes de San Ángel con los delegados perredistas Eduardo Santillán y Leonel Luna: la mandaron al carajo. Un dato más: el Daily Mirror del 15 de agosto publicó una foto donde Julian y Richard Falkinge, fundador del partido Pirata Sueco, festejaban rumbosamente en compañía de las, al poco ratito, ofendidas. Como ven, aún los tiempos de la historia avalan mi hipótesis: Assange, en la estructura gramatical no es sujeto, sino complemento, afirmación que trataré de comprobar más adelante, aunque no sea cosa fácil, pues me dicen que hay algunas organizaciones que están pensando postular a las jóvenes suecas como candidatas al premio internacional a la veracidad: Consulta Mitofski 2012.

Ahora que si a Julian lo acusan de proxeneta, vividor, chulo, cinturita, pachuco, camote, papucho o padrote, a fuer de sincero, me obligan a una sesuda reflexión.

Ya quiero darle mate al affaire del joven Assange. Pero no sin antes referirme a la actitud atrabiliaria y prepotente de la Reina de los mares o la Pérfida Albión, como gusten llamar a Inglaterra: la amenaza de invasión a la embajada ecuatoriana en Londres es casi tan fea como la mayoría de los integrantes, vivos y muertos, de la familia real británica. También deseo compartir breves comentarios de Michael Moore, Oliver Stone, el presidente Correa, pero sobre todo del Novel Vargas Llosa y, para terminar esta bronca en carcajada, hacer una brevísima referencia a unos renglones de la autoría de Germán Martínez, publicados en el diario Reforma el 20 de agosto. Por favor, les ruego leerlos.

Y que de pronto se aparecen Felipe Jekill y Eduard Calderón para seguir ajustando cuentas. El ya próximo desenlace provoca una enconada discusión: FJ: ¿Qué necesidad tenías de vetar la Ley General de Víctimas, aprobada hasta por nuestras bancadas en ambas cámaras? Era la oportunidad de entonar nuestro más creíble mea culpa para echarle tierra (pero mucha) a los 60 mil muertitos del sexenio. EC: Tú siempre con tus inconsistencias y titubeos, ¿No te acuerdas que cuando Sicilia te besuqueó y luego te dijo hasta lo que sí, llegaste jurando que antes de que te fueras los ibas a rematar? La Ley de víctimas era tu harakiri y, por si fuera poco, demasiado costosa para lo que nos queda. FJ: Pero todo fue con gran desaseo; Óscar Arce, nuestro compañero de partido y presidente de la cámara, tuvo que violar flagrantemente la ley y, como un Copperfield blanquiazul, hacer labores de ilusionismo para desaparecer dos semanas el decreto respectivo. EC: pero además, no debemos terminar a la baja, entiende mi clon, no podemos mostrar debilidad o se nos vienen encima y nos aCORRALan. FJ: Pero en lo que sí ya no te mediste fue impugnando la decisión del Poder Legislativo que decidió la creación del Fondo Especial de Recursos para atender Contingencias Climáticas Extraordinarias. La verdad es que hay muchas entidades en situación extrema. EC: ¿Y qué querían estos infelices, que nosotros los calderones les implementáramos un Plan Marshall? Haz memoria: al término de la Segunda Guerra, Europa estaba destruida, devastada y al capitalismo estadunidense eso no le redituaba ni tantito. El crecimiento económico que toda guerra propicia no podía detenerse, el capital invertido en la industria bélica necesitaba ya nuevas fuentes generadoras de utilidades, y qué mejor que invertir en esos países carentes de la elemental infraestructura: fábricas, minas, carreteras, transporte. Era una ganga comprar un continente que pronto redituaría con creces las inversiones, tanto económica como políticamente. Pero además era imprescindible detener los ejércitos de Mao en Asia y el embate de Stalin en Europa. ¿Puedes entender, insensato, la diferencia entre el Programa de Reconstrucción Europea (llamado Plan Marshall en reconocimiento al secretario de Estado nombrado por Harry S. Truman en 1947), y la Ley del Fondo de Recursos para atender Contingencias Climáticas Extraordinarias, en México? Allá era un continente, aquí son tan sólo 18 entidades víctimas de la sequía, 5 de las heladas, 2 de las inundaciones, apenas 2/3 partes del territorio. Además el presupuesto no es inagotable, tienes que jerarquizar: ¿o desperdiciamos ese dinero en algo que ya sucedió, y no por nuestra culpa, o adquirimos el Boeing 787 que, lo que sea de cada quien, carece de progenitora? En la puja para adquirirlo ya no estamos sino los Emiratos Árabes y nosotros. El presupuesto no alcanza para ambas opciones. Seamos realistas, logremos lo posible.

Una muy cercana amiga, panista de buena voluntad, me comentaba: digas lo que digas, pero qué buena onda del presidente Calderón de adquirir un avión archiseguro para uso de Peña Nieto, porque a él no le va a tocar ni estrenarlo siquiera, esta es una prueba de su gene… Aquí, en un exceso de inverecundia (pandemia infantil de nuestros tiempos), su hijo Matías la interrumpió y le preguntó: mamá, ¿el tradicional 10 por ciento de comisión lo pagan ahora o hasta dentro de dos años? (¡Ah, qué detestables son estos niños irreverentes y sabiondos!)

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Enlaces:

Los cables sobre México en WikiLeaks

Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks