Jueves 13 de septiembre de 2012, p. 4
París, 12 de septiembre. La Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Organización de Estados Americanos, así como distintos gobiernos del mundo, condenaron el ataque en que murió el embajador estadunidense en Libia, Christopher Stevens.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, repudió el ataque, al igual que el jefe de asuntos políticos del organismo, Jeffrey Feltman, quien dijo que la ONU se opone a cualquier forma de calumnia contra una religión, pero no hay justificación para la violencia que tuvo lugar en Bengasi
.
Para la OTAN esta violencia no puede justificarse
, mientras el presidente de Francia, François Hollande, pidió el esclarecimiento de estos odiosos e inaceptables
crímenes y exigió llevar a los responsables ante la justicia.
En Israel, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, se unió al dolor de los estadunidenses y su canciller, Avigdor Lieberman, afirmó que se trata de ataques terroristas dirigidos contra el mundo libre y todo Occidente
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Alemania, Gran Bretaña, Italia, el Vaticano Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Panamá y Venezuela se sumaron a la condena.