En el Bravo
L
o diré así
, dijo Curtis Bauer en el Teatro Octavio Trías de Ciudad Juárez, y dijo:
Vos sos mi Quinta Avenida/ mi Sexta mi Octava mi Broadway/ vos sos mi grano de sal mi bife/ papas hervidas asadas fritas/ mi dulce grano de maíz en la mazorca/ vos sos mi cruce de frontera/ mi vuelo trasatlántico/ la larga espera entre Londres y Bilbao/ vos sos mi par de zapatos nuevos/ las ampollas que me salen en los pies/ el tomate partido en la heladera/ el olor de las sábanas/ recuerdo del cajón de tu ropa interior/ el frío de mi trago/ humedad/ Vos sos el aviso fúnebre de la página A 17| la esquina de tu foto que se cae| de la carta doblada que aún| no he enviado/ Vos sos las descargas de la radio/ Vos sos el sueño que tuve anoche| la noche anterior| quiero esta noche/ Vos sos las palabras| que querría haber escrito/ Vos sos anticipación| los errores que cometí| las peores decisiones que tomé| el momento en que quiero/ abandonarlo todo/ Vos sos la voz que dice que lo abandone/ Vos sos la que quiero para mí/ Vos a dos mil millas de distancia/ Vos dos idiomas diferentes/ Vos dormida ahora cuando escribo.
Eso dijo el nacido en Iowa en 1970 y autor de Spanish Sketchbook o España en dibujos, y dijo luego que la traducción al argentino es del narrador Leopoldo Brizuela, para quien seguramente en broma el poema que abrió la sesión inaugural de Literatura en el Bravo –dentro del octavo Festival Internacional Chihuahua–, programa a cargo de Rosario Sanmiguel, suena mejor en español que en inglés
.
Comoquiera comenzó con el pie derecho la serie de lecturas, que incluyó dos tan obligados como generosos reconocimientos, a nuestro admirado Daniel Sada y al no menos admirable colombiano William Ospina, quien recibió la Medalla al Mérito Literario que entrega el programa.
¿Cómo citar aquí a los alrededor de cuarenta participantes? Destaquemos sólo que el país invitado fue Colombia; el estado, Zacatecas, y la ciudad chihuahuense Ojinaga. Y que otra de las mesas de mayor atractivo fue la dedicada a la poesía rarámuri –muy ligada a la música, al paisaje, sencilla, lírica–, presidida por don Erasmo Palma, de 84 años, quien hace diez recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes (Artes y Tradiciones Populares), creador de unas 500 canciones, entre ellas, como se sabe, una en honor de Antonin Artaud.