El retiro de Ana María Torres del boxeo por razones de maternidad sepultó la posibilidad de uno de los combates más esperados en el boxeo femenil en México. Mariana Juárez lo quería más que nada en su carrera, por razones personales, profesionales y porque desde que empezó el pugilismo de mujeres ambas peleadoras fueron construyendo una rivalidad casi natural.

La carrera de Mariana creció en forma paralela a la de Ana María; ambas protagonizaron el primer combate profesional hace 13 años, el 3 de julio de 1999; después se enfrentaron un par de veces y siempre quedó pendiente una cuarta pelea. La decisión de la Guerrera de abandonar –dice que momentáneamente– los cuadriláteros dejó a la Barbie como la reina indiscutible, y natural, del boxeo femenil mexicano.

Eso lo demuestro cada que me subo al cuadrilátero, en cada pelea lo dejo claro, desafía Mariana Juárez.

Ante la ausencia de su rival histórica, existe otra peleadora que creció en popularidad tras el gran impulso publicitario que le dieron a sus dos combates con Ana María Torres: Jackie Nava. Sin la Guerrera en el camino, la posibilidad de una pelea entre las dos boxeadoras más conocidas en México se convirtió en la nueva demanda de los empresarios, el público y las propias peleadoras, admite Mariana.

Es una pelea que a mí en lo personal me interesa, reconoce. Hay quien piensa que no tengo nada que hacer ante Jackie, pero la última vez que le preguntaron si estaba lista para pelear conmigo ella misma dejó en claro que sólo hasta diciembre. Sabe a quién va enfrentar; del mismo modo que yo lo sé, comentó.

Mariana insiste que en 13 años de carrera ha batallado mucho en el boxeo y por eso ha demostrado que nadie le regaló nada. Yo nunca enfrentaré a rivales de divisiones menores, ni a jovencitas inexpertas o a cuarentonas dignas de retiro, como sí ha hecho Jackie, discute.

Yo me he tenido que fajar con la vida para llegar a donde estoy, afirma y sostiene que la Princesa Azteca, como apodan a Nava, no es contundente cuando enfrenta a peleadoras en igualdad de condiciones.

La diferencia de pesos puede ser una ventaja para la de Tijuana –Jackie es peso supergallo mientras que Mariana es mosca–, pero piensa que en peso pactado, donde ambas tengan que esforzarse por estar a medio camino de sus divisiones, podría equilibrar un hipotético combate.

Yo tengo que subir más en músculos que en grasa y ella deberá esforzarse por bajar de peso.

Sin embargo, Mariana no habla más porque está concentrada en su siguiente reto el próximo 13 de octubre, donde expondrá su título mundial mosca del CMB ante la campeona mundial de la FIB, Ava Gardner, en el Palacio de los Deportes, el 13 de octubre.

Me gustan los retos verdaderos, por eso ahora quiero unificar en mi división, dice Mariana. Siempre me ha gustado romper los límites y por eso ahora enfrento a una campeona, porque quiero que vean que yo sola me hice mi camino.