Caracas, 7 de septiembre. La pasión ciudadana por los comicios del 7 de octubre en Venezuela fue visible en los barrios más populares de Caracas, donde el simulacro electoral del domingo pasado se vivió con una concurrencia masiva, reconocida por la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, quien destacó el perfecto funcionamiento de la plataforma tecnológica y la participación activa de votantes en mil 553 centros de votación y más de 4 mil mesas habilitados.

Las autoridades electorales destacaron para este periódico que con el nuevo sistema de Autenticación Integral (SAI) que capta la huella datilar e identifica a la persona que vota, más la boleta de mayor tamaño y con el rostro de los candidatos y los nombres de los partidos que los apoyan , el voto llevó entre 60 y 90 segundos.

Se contó con la presencia de acompañantes internacionales y con nueve técnicos electorales, que llegaron la semana pasada desde los países que integran la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

Según algunos informes, el total de votantes inscritos para votar en 2012 es de 19 millones 119 mil 809. Este domingo pasado votaron en el simulacro 10 por ciento de votantes, lo que significa un millón 911 mil 980, de los cuáles 963 mil 28 votaron por Chávez (86 por ciento) y 134 mil 376 por Capriles Radonski (12 por ciento).

Varios legisladores y funcionarios y hasta el mismo presidente Hugo Chávez mostraron su preocupación por la decisión opositora de no participar masivamente, lo que llevó a analizar que no se atrevieron a poner a prueba su maquinaria y organización electoral o que esta estrategia de la derecha venezolana podría ser parte de un nuevo plan similar a lo ocurrido en el golpe de Estado de abril de 2002.

El parlamentario del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela ) y ex alcalde Fredy Bernal advirtió que si la oposición quiere deslegitimar al Consejo Nacional Electoral, deslegitimar a las grandes mayorías, yo creo que van a cometer un error histórico.

En esta Caracas donde todo se discute apasionadamente, las paredes son vitrinas de la campaña y la población está en movilización constante, lo que al parecer sucede en todo el país, según los medios locales.

El presidente Chávez no sólo está en distintos lugares a la vez, como parte de la campaña, sino al frente de la situación creada por la explosión que provocó el incendio de varios tanques de la refinería en Amuay el pasado 25 de agosto.

La movilización gubernamental ha sido rápida y eficaz, ya que la planta comenzó a trabajar el fin de semana pasado, mientras que de inmediato se atendió a la población afectada y a los familiares de más de 40 víctimas fatales.

El ministro del Poder Popular y Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, anunció que se triplican los esfuerzos para asegurar que se normalice la vida de los pobladores, como prioridad, a la vez que han actuado rápidamente todas las fuerzas gubernamentales y ya ubicaron a familias sin hogar, más de 600 brigadistas ayudan a reparar las casas y trabajando en el lugar el colectivo Vanguardia Socialista Obrera llevando todo tipo de técnicos. Esto significa una respuesta gubernamental y popular nunca vista en el país.

El analista Miguel Ángel Pérez Pirela sostiene que Amuay pudo ser el evento catastrófico y extraordinario que esperaban la embajada de Estados Unidos y la oposición venezolana. Hubiera podido ser el talón de Aquiles de la campaña chavista. Eso hubiera sido si el gobierno no hubiera actuado como lo hizo.

Estima que el gobierno de Chávez dio pruebas de fuerza, de humanitarismo y eficiencia, y que, más allá de los resultados que arrojen las investigaciones, en menos de 100 horas se logró detener lo que se hubiera podido convertir en la tragedia industrial más grande del siglo XXI.

El Estado fue capaz no sólo de confinar el fuego y limitar su expansión, sino que respondió a los sobrevivientes y familiares de las víctimas con pensiones y viviendas en tiempo récord.

También se advierte que el mandatario venezolano no utilizó acusaciones contra la oposición ni contra Estados Unidos ni habló de sabotajes. “Chavez –dice el analista– escogió hablar con sus acciones efectivas para aliviar los daños humanos y naturales, y esperar los resultados de las investigaciones responsablemente”.

Frente a esto la oposición actuó para usar la tragedia a su favor lanzando hipótesis de todo tipo acusando al gobierno, lo que fue rechazado por los venezolanos que ven muy mal a los que celebran las tragedias. En la rueda de prensa que dio el candidato opositor Henrique Capriles Radonski se evidenció que esperaba que este hecho lo favoreciera electoralmente.

A esto se añadió que la opositora alcaldesa de Maracaibo, Eveling de Rosales, irrumpió ante los medios de prensa diciendo: Les tengo buenas noticias. Explotó el tercer tanque de Amuay, mientras otro conocido dirigente opositor, Enrique Mendoza, envió mensajes por su Twitter advirtiendo que vendrán nuevos accidentes.