Érik Morales tartamudea de coraje por la insolencia con la que lo trata su próximo rival, Danny García. Ha soportado insultos por su edad, 37 años, y porque el joven estadunidense, de 24 años, no se cansa de repetir que el tijuanense es un boxeador acabado.

A veces es mejor tener a un tonto así enfrente, porque te motiva a trabajar para hacerle entender que no es nadie y que uno tiene historia, dice el Terrible en su visita a la ciudad de México.

A pesar de que Morales ya es un veterano, de que estuvo retirado del boxeo y en su autoexilio subió demasiado de peso, tanto que llegó a pesar más de 100 kilogramos; volvió al boxeo en medio de dudas de que lo hiciera con dignidad.

Sin embargo, asegura que todavía está para sostenar algunas peleas ante rivales importantes en igualdad de circunstancias.

“Todos reconocemos cuándo debemos irnos. Lo identificamos perfectamente, pero no lo decimos porque queremos llegar más lejos, pero yo lo sé. Si no lo digo y me hago güey es diferente, pero tengo claro cuándo debo retirarme.

No es doloroso estar en el final de una carrera exitosa; al contrario, me gusta especular con las expectativas de los que piensan que me iré en el próximo combate, sostiene el Terrible.

Érik Morales se prepara para su combate contra Danny GarcíaFoto Notimex

“Más allá de que reconozca cuándo sea mi momento de retirarme, entiendo que hay peleadores a los que ya no puedo enfrentarme. A veces me digo: ‘a este güey no, está duro’, y mejor meto reversa”, se sincera.

Morales volvió a ser campeón tras el retiro. Conquistó el cinturón superligero ante Pablo César Cano, pero lo perdió justamente contra Danny García en marzo pasado, en un combate que asegura le fue robado.

Esta vez dice que no dejará dudas y sostiene que no volverá a enfrentar peleadores tan limitados como García.

Mientras tanto, espera con ansiedad el 20 de octubre para refrendar su historia aunque esté consciente de que vive el ocaso de su carrera: No es vergonzoso ir en declive, lo vergonzoso es hacer el ridículo.

Érik Morales ha conquistado cuatro coronas en divisiones distintas y asegura que conoce el momento exacto en el que dejará los cuadriláteros.