Viernes 24 de agosto de 2012, p. 16
Florencio Armando Colín Cruz, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México y titular de la primera vicaría, señaló que en su relación y atención a los migrantes, la Iglesia católica debe asumir una evangelización de palabras y hechos
para trazar líneas de ayuda y dignificación a este sector. Durante el primer Encuentro con Familiares de Migrantes, que se realiza en la primera vicaría, y que es promovido por la Pastoral de Migrantes y Movilidad Humana de la Arquidiócesis de México, el jerarca manifestó que ante las actuales problemáticas de violencia, desempleo y corrupción, muchos, aunque aman a su patria, su suelo, su gente y a su identidad
optan por convertirse en un exiliado por propia voluntad, y sale de su país para convertirse en un inmigrante
a fin de ofrecer algo mejor a su familia
y de tener un mejor nivel de vida.