Con el título de Destino escrito, en El Círculo Teatral de la colonia Condesa se presentará un ciclo integrado por las obras Letargo cibernético, de Sharon Kleinberg; Pavo real albino, de Pako Montoya, y Bajo un mar de cristal, de Arturo Quiroz, todas englobadas en un sólo proyecto, cuyo propósito es presentar a nuevos creadores escénicos y mantener la premisa del taller de dramaturgia de Estela Leñero: no dejar la historia a la mitad.

En entrevista, la creadora expresó lo anterior y añadió que imparte un taller de dramaturgia desde hace seis años. Ahora lo retomo en El Círculo Teatral. Son dos, los lunes a las cinco y media y otro a las ocho de la noche. Estas son tres obras que se desarrollaron en mi taller a lo largo del tiempo y con diferentes motivaciones. Esperemos que vengan a ver el resultado: dramaturgia mexicana, cuyo impulso es muy importante.

De sus talleres han surgido unas 50 obras de teatro. “Los alumnos entran con ganas de escribir teatro y salen con una obra; el resultado ha sido muy variado. Hay piezas que han obtenido premios. Ileana Villarreal acaba de obtener el Gerardo Mancebo del Castillo con nuna obra que escribió en el taller, Un propósito claro, la cual montará en el Foro La Gruta el año que entra; Antonio Toga obtuvo el premio de la Asociación de Periodistas Teatrales, con Ring del sexo, que estrenó en el teatro Diego Rivera; Martín García ganó una mención honorífica con su obra Cristales, entre otras.

A lo largo del tiempo se han escrito muchas obras de teatro y muchas se han llevado a escena, pero esta es la primera ocasión en que logramos presentarlas juntas.

Agregó que aprender a escribir teatro o perfeccionar el estilo en un taller da muchas posibilidades, porque creo que el taller es exactamente el reflejo de lo que es el teatro: un trabajo colectivo. Coordino, oriento, doy las herramientas básicas. La obra se trabaja en conjunto, se critica, se opina de ella. El participante aprende a criticar y a criticarse a sí mismo. No es una clase donde uno se pone del otro lado, se echa su rollo y haber si escribes. Aquí es al revés: se parte de decir: yo tengo este proyecto y lo comparto.”

Lo anterior la ha llevado a respetar las propuestas de los autores para fomentar el estilo de cada quien. Aquí son tres obras diferentes a las que une un destino común: una parte de una situación futurista, otra de un mundo onírico y una más de un contexto realista. De ahí la selección, basada en la variedad.

Sobre el destino como hilo conductor, dijo que es uno de los más antiguos, desde los griegos, ¡uf!, que son los fatalistas, porque no hay manera de que el hombre lo evada, como en las tragedias, donde el ser humano no se puede rebelar y entre más huye de su destino más se encuentra con él. Hasta Nietzsche, en el que el desrtino es lo único que se puede cambiar. Aquí hay tres obras que lo tratan diferente: un destino predeterminado, uno roto y uno por decidirse.

Añadió que la mayoría de las escuelas que existen relacionadas con teatro son para formar actores, pero faltan para directores, productores, escenógrafos y dramaturgos. Se dejan de lado las otras partes de la creación teatral, sobre todo de la dramaturgia, más excluida. Es grave.

Ayer, en conferencia de prensa se presentó a los medios una escena de la obra Letargo cibernético, que aborda el tema del uso excesivo de la tecnología de la comunicación.

Se explicó que son historias cuyo final está dictado por las manos de autores-dioses que, implacables, muestran a sus personajes con virtudes, defectos, manías, filias y desencantos. Seres alterados por las circunstancias, por sus emociones, pero sobre todo por la potestad de la acción dramática.

Durante 2007, 2009 y 2011 se llevaron a cabo lecturas dramatizadas de 35 obras gestadas en este taller. Leñero eligió según su criterio.

Destino escrito se presentará todos los miércoles del 29 de agosto al 5 de diciembre en El Círculo Teatral (Veracruz 107, colonia Condesa). Las funciones iniciarán a las 20:30 horas.

Letargo cibernético, de Sharon Kleinberg y dirigida por Gema Aparicio, se inicia el 29 de agosto y tendrá funciones el 5, 12, 19 y 26 de septiembre. Pavo real albino, de Pako Montoya y dirigida por Regina Quiñones, se presentará el 3,10, 17, 24 y 31 de octubre, y Bajo un mar de cristal, escrita y dirigida por Arturo Quiroz, dará funciones el 7, 14, 21 y 28 de noviembre, y el 5 de diciembre.

Costo del boleto 150 pesos. Habrá un bonopasaporte de 300 pesos.