Debido al incremento en precios de los alimentos cientos de personas, en su mayoría de escasos recursos, se han visto obligadas a destinar un área de su casa para sembrar hortalizas o verduras para su autoconsumo y la venta de sus excedentes en 60 por ciento menos para los consumidores.

En el anuncio del cuarto encuentro Caminando entre Lechugas, que se realizará del 24 al 26 de agosto en la Alameda de Santa María La Ribera, Margarita García, directora de proyectos especiales y vinculación comercial de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), señaló que en esta administración aumentó en 13 mil 770 por ciento las solicitudes de apoyo económico.

De 20 proyectos grupales que se presentaron el primer año para incorporar a la gente a la producción de alimentos sanos, denominada agricultura urbana; fomentar las actividades agrícolas y/o pecuarias para completar la fuente de ingresos del núcleo familiar e impulsar producción agrícola, se han concretado 2 mil 754 con un total de 7 mil 855 beneficiaros, aunque algunos consideran cinco o 15 integrantes.

En conferencia de prensa, en compañía de representantes de Cuba, la delegación Cuauhtémoc y productores de Xochimilco, precisó que en esos tres proyectos del programa de agricultura sustentable a pequeña escala se han invertido 71 millones 678 mil 542 pesos, con lo cual la gente tiene alimentos sanos para su consumo, libres de agroquímicos y con la posibilidad de ofertarlos en exposiciones o eventos.

La producción de alimentos se ha convertido en una necesidad prioritaria, dada la situación de crisis agroalimentaria que existe a nivel internacional y de que familias de escasos recursos tienen la posibilidad de producir sus alimentos en sus casas, con lo cual se ahorran un mínimo de 10 por ciento de su gasto.

Su comercialización, reconoce, no es fácil, pues existe un gran mercado: la Central de Abasto, donde se da una serie de situaciones complejas y estamos en esa lucha de acercar al productor con el consumidor mediante acuerdos con las secretarías de Turismo y Salud, para que pueden vender directamente a hoteleros y restauranteros, e incluyan sus productos en las canastas básicas que entregan.

Golpe al intermediarismo

El beneficio económico para ellos sería inmediato, pues el intermediarismo incrementa su precio en más de 60 por ciento, y permitiría a muchos productores incorporarse a este programa, como ha sucedido con Flora Garcia Galicia, de San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco, quien desde los tres años se dedica al cultivo de la tierra, comentó.

“La observación y la práctica han permitido sembrar una diversidad de lechugas –no sólo la orejona y romana–, al mezclar el cultivo rudimentario con la tecnología, aunque nos hace falta producir la semilla y dejar de importarla. Es tiempo de poner atención en el campo porque podemos tener millones de pesos, pero si no producimos, no pasará nada”, comenta Flora.

Mencionó que de su pueblo a diario salen entre 800 y 900 cajas de lechugas italiana, francesa o sangría a tiendas comerciales o restaurantes, pero existe posibilidad de ampliarnos y este programa de Sederec nos da las herramientas para hacerlo, y con ello acabar con el machismo que todavía existe y piensa que la mujer está hecha para cocinar, no para producir el campo.