El consejo político nacional del PRD conminó a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a no ser cómplices de la mayoría de los consejeros del IFE en la calificación del proceso del pasado 1º de julio.

El segundo pleno extraordinario del consejo perredista transcurrió en un inusual ambiente de unidad entre las corrientes mayoritarias que en los últimos tiempos se han confrontado por el control de las decisiones políticas del sol azteca.

El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, consideró que los magistrados del TEPJF actúan de manera conservadora frente a las pruebas de compra y coacción del voto que el Movimiento Progresista le ha presentado. Y sin especificar quién, deslizó: “les están mandando línea”.

Reunidos ayer por la noche, los integrantes de ese órgano de conducción política dieron trámite al pleno extraordinario –que se contemplaba desahogar en dos días– al elegir, tras un acuerdo entre Nueva Izquierda e Izquierda Democrática Nacional, a Alejandro Sánchez Camacho como secretario general del partido, en sustitución de Dolores Padierna.

El acuerdo fue resultado del ambiente de unidad que por lo menos se enunciaba entre cada uno de los participantes y oradores del consejo. Principalmente, Zambrano y Padierna reiteraron que su partido se encuentra fuerte, pues se logró establecer la compatibilidad –a pesar de las diferencias e intereses que los separan– de sus respectivos grupos.

Relajados, los consejeros, muchos de ellos ignorando a los oradores que tomaban la palabra, dieron su venia para elegir a Sánchez Camacho por unanimidad y aceptaban con aplausos desganados el contenido de las arengas de sus dirigentes.

Zambrano aseguró que los grupos que integran el PRD transitan juntos en unidad, atendiendo la pluralidad que en él se manifiesta. Se asombran algunos que quieren seguir viéndonos en el pleito permanente, como si hubiésemos comprado la franquicia del pleito eterno. Hoy estamos trabajando convencidos de que la unidad en la diversidad es invaluable.

Recordó que con los dos partidos que contendieron junto al PRD en el Movimiento Progresista, la izquierda mexicana se encuentra unida y caminará junta; alzando la voz expuso que no van a permitir la regresión política ni democrática en el momento actual.

Antes, en entrevista, acusó a los integrantes del Consejo General del IFE de convertirse ya en oficialía de partes del PRI, para que nos den palo a todo los que estamos presentando y demandando; desde luego que nos preocupan las decisiones del tribunal que nos dañan; somos los reclamantes del cumplimiento de la ley, los que estamos exigiendo que se cumplan los principios constitucionales, y nos castigan. Cuando estamos demandando y gritando: ¡al ladrón, al ladrón!, resulta que somos los que parecemos delincuentes.

La decisión del tribunal electoral sobre el proceso presidencial –cuyo plazo vence el 6 de septiembre– fue un tema que consejeros pretendieron ignorar. De una parte se repetía el estribillo forjado en la reunión de la izquierda de Acapulco, de que habrá de respetarse la resolución, y de otra se advertía –sin profundizar– que el partido deberá esperar el resultado para fijar una postura clara y contundente.

No obstante, en esos encuentros y asambleas donde los consejeros han desarrollado una capacidad de resistencia particular, comenzaron a darse participaciones en torno a la realidad electoral del perredismo. Se preveía que la sesión fuera de trámite y sólo se confirmara la elección de Alejandro Sánchez Camacho.

Aun así, Carlos Sotelo, quien durante años formó parte de la cabeza de Nueva Izquierda, y posteriormente, tras un desacuerdo con Jesús Ortega y Jesús Zambrano, optó por renunciar a su amistad, expuso que Andrés Manuel López Obrador obtuvo 32 por ciento de los votos de la elección general (en el caso de la Presidencia de la República), y de ese porcentaje el PRD sólo alcanzó 18 por ciento, mientras el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano conjuntaron 6 por ciento, faltándole a las tres fuerzas políticas 6 puntos porcentuales para alcanzar a López Obrador.

Aun así, señaló lo obvio: que el PRD se constituyó como el principal partido de izquierda de la pasada elección del 1º de julio, y entonces develó una tenue crítica al PRD: cometimos el error de no creer que podríamos ganar la Presidencia y sólo nos quedaron triunfos marginales; el PRD y Andrés Manuel López Obrador debemos mantenernos en unidad.

Se confirmó que Izquierda Democrática Nacional, encabezada por René Bejarano y Dolores Padierna, impulsó y logró colocar como integrante de este órgano político a Manuel Oropeza, mientras Nueva Izquierda ubicó como nuevos integrantes del consejo a Antonio Ortega (hermano de Jesús Ortega) y a Guadalupe Acosta Naranjo.