La inflación en términos generales está bajo control, afirmó este miércoles Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México. Los recientes incrementos de precio en algunos productos agropecuarios –que se han dado sobre todo en los costos al público de pollo, huevo y algunas legumbres– se prevé que se reviertan en un futuro cercano, sostuvo. En este entorno, anticipó que el producto interno bruto, la medición más amplia del desempeño de la economía, avanzó 4.2 por ciento en el segundo trimestre del año. A pesar del ritmo de crecimiento económico no hay presión sobre los precios, consideró.

Aseguró que precios como el de la tortilla, uno de los alimentos de mayor consumo en el país, ya no se ha acelerado. Aun cuando la inflación se mantiene arriba de 4 por ciento, nivel que supera el límite máximo establecido por el banco central, el gobernador Carstens consideró que no son necesarias por ahora medidas de política monetaria para tratar de contrarrestar el alza de precios.

En junio pasado, la inflación fue de 4.42 por ciento anual. Al presentar un informe ayer, el gobernador Carstens sostuvo que el repunte inflacionario fue resultado de cambios en el precio de un número reducido de productos agropecuarios, cuya producción fue afectada por fenómenos climatológicos, en particular la sequía en Estados Unidos, que ha reducido los pronósticos sobre las cosechas de maíz y soya.

El comportamiento de la inflación –cuyo incremento deteriora el poder de compra de las familias– no obedeció a un fenómeno generalizado de aumento en los precios de la canasta de consumo de la población y se anticipa que tendrá un carácter transitorio, explicó Carstens, en la presentación del Informe sobre la inflación abril-junio 2012. Sin embargo, apuntó, el banco central vigilará que los precios agropecuarios y las fluctuaciones en el tipo de cambio del peso frente al dólar no afecten la dinámica de la inflación.

Los precios internacionales de maíz y trigo, los dos granos que, junto con el arroz, forman la base de la pirámide alimenticia de la mayoría de habitantes del planeta, habían mostrado una tendencia identificable a la baja desde mediados de 2011 y hasta mayo de este año, expuso Carstens. Sin embargo, acotó, en los últimos meses ha habido un repunte por la sequía en Estados Unidos y en otras naciones productoras.

El precio del maíz amarillo es el que más ha aumentado. El del maíz blanco, que es el que se usa para las tortillas, de hecho ha bajado en México, y de hecho el precio de la tortilla ya no se ha venido acelerando, aseguró el gobernador del banco central. En el informe presentado ayer, el Banco de México hace el pronóstico de que, con excepción del tercer trimestre de 2012, la inflación general se sitúe entre 3 y 4 por ciento anual hasta el final de 2013. Reconoce, no obstante, que se han elevado los riesgos de alza asociados al desempeño de los precios de productos agropecuarios, en particular a la luz del reciente brote de influenza aviar en algunas localidades del país –que provocó un mayor precio del pollo y huevo– y su posible efecto sobre la producción pecuaria.

El hecho es que, hasta julio, la inflación está encima del límite máximo fijado por el banco central, que tiene como meta una variación de 3 por ciento, con un intervalo de más o menos un punto porcentual.