Con una sonrisa regresaron anoche los representantes nacionales que ganaron medalla en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, acompañados de otros tantos a quienes no les alcanzó el esfuerzo para obtener un metal, pero igualmente atesorarán para siempre las enseñanzas que les dejó la justa veraniega.

En la terminal aérea de la ciudad de México, María del Rosario Espinoza habló de los planes para seguir sobre el tatami y llegar en las mejores condiciones a Río de Janeiro en cuatro años, no porque no le haya satisfecho el bronce alcanzado en la capital británica, sino porque se sabe con los argumentos deportivos para regresar al podio otra vez.

Nunca se sintió robada por los jueces, eso es algo que pasa en el taekwondo y que debe de asimilarse, dijo segura de que finalmente el tercer lugar logrado fue para lo que le alcanzó y se mostró contenta con el resultado, pero no satisfecha.

Su entrenador, Pedro Gato, fue claro al exponer que cumplió con la exigencia de pedir la revisión del momento que provocó algunas dudas, aunque negó que le hubiera faltado mayor fuerza a su reclamo, porque finalmente se siguió el protocolo y son los jueces quienes toman una determinación al respecto.

Esperados por un nutrido grupo de aficionados, los clavadistas de Jalisco, Iván García y Germán Sánchez, quienes se colgaron la presea de plata en la plataforma sincronizada, estaban que no cabían de gusto por haber alcanzado el primer podio para México, por lo que se dijeron orgullosos de haber abierto la brecha por donde entraron los demás.

Para Alejandra Orozco, quien obtuvo la presea de plata al lado de Paola Espinosa, la satisfacción de conquistar una medalla en su primera participación en una justa deportiva tan importante fue lo mejor, dijo, que le puede pasar a cualquiera: la verdad es que pude dominar bastante bien mis nervios y en la competencia sacamos la garra y se dio el resultado.

Con su voz todavía infantil, agregó que participar ahora en el mundial juvenil de la especialidad será muy diferente, ya con la experiencia y enseñanza que le dejó Londres, aunque sin descuidar su rutina, porque el grado de exigencia no disminuye nunca para una medallista olímpica.

La también casi infantil clavadista Carolina Mendoza, entrenada por Jorge Carreón, se frotaba las manos ante las preguntas de los reporteros y los destellos de las cámaras.

Refirió que había disfrutado mucho la competencia y que toma plena conciencia de que tienen buen nivel, pero definitivamente debe trabajar intensamente, porque su siguiente reto está en Río de Janeiro en 2016.

También regresó el púgil sonorense Óscar Valdez, quien ya piensa en el profesionalismo, luego de volverse a quedar en la orilla, sin poder conseguir una medalla olímpica, por lo que se va satisfecho con lo logrado, pero a sabiendas de que se pudo haber hecho algo mucho mejor en Londres, pero la verdad, es que se notó el favoritismo de los jueces hacia los europeos.