La jornada de trabajo se reduce, y con ella los ingresos, alerta
Lunes 13 de agosto de 2012, p. 22
La moderada disminución
del desempleo en México se ha logrado a costa de la precarización del trabajo, y ésta no se refiere sólo a los empleos en la economía informal, aseguró el Centro de Investigación en Economía y Negocios (Cien) del Tecnológico de Monterrey (Tec), campus estado de México.
Parecería que los 2 millones y medio de desempleados no representan un gran problema, porque es una cifra inferior a la de otros países con una economía similar a la de México, señaló. Sin embargo, varios son los desequilibrios del mercado laboral nacional: sólo 17 millones de los 48.4 millones de trabajadores cuentan con seguridad social. Entre ellos hay 15 millones que mantienen una relación laboral volátil
con sus patrones por carecer de contratos legales; 14.2 millones trabajan en la informalidad, y otros 20 millones en micronegocios (de ellos, 11 millones sin establecimiento), detalló el Cien, cuyo director es el investigador José Luis de la Cruz Gallegos.
Pese a la relativa estabilidad macroeconómica se sigue apreciando la incapacidad del aparato productivo mexicano para generar empleos de calidad suficiente para toda la población
, indicó, aun cuando la población ocupada se incrementó en 2 millones de personas respecto a 2011. Advirtió que dichos desequilibrios podrían agudizarse en los próximos meses porque la desaceleración económica tocará a los sectores más productivos, algo que un gasto de gobierno improductivo no podrá evitar
.
Inflación y precarización
Los bajos salarios y la reducción de la jornada laboral forman parte de la precarización laboral, la cual se exacerba
con el alza en el precio de los alimentos y de los combustibles, explicó el Cien en el análisis La herencia del sexenio: precarización del mercado laboral.
Las cifras tan altas en inflación (8.2 por ciento la general y hasta 11.3 por ciento en productos agropecuarios) laceran en mayor medida a la población que percibe menos ingresos (20 millones ganan menos de dos minisalarios), puesto que destinan la mayor parte de éstos a alimentos y transporte
. El frijol, ejemplificó, cuesta 55.8 por ciento más caro que hace un año; el huevo, 21; el maíz, 16.5, y la carne de res, 16 por ciento.
Consideró que más delicado es el hecho de que las remuneraciones se encuentran a la baja
, al asegurar que los 20 millones de trabajadores que perciben menos de dos salarios mínimos viven en la marginalidad
, además de que su número subió en 1.7 millones respecto a los registrados en el segundo trimestre de 2011.
En el último año se redujo en más de medio millón el número de personas que perciben más de tres salarios mínimos y, en contraste, 800 mil trabajadores se sumaron al grupo de quienes ganan sólo un salario mínimo (suman 6 millones 700 mil personas).
Parte del problema se genera por la reducción de la jornada laboral. En el último año 3.5 millones de trabajadores se ocuparon menos de 15 horas a la semana (medio millón más que en el segundo trimestre de 2011). Otros 9.6 millones laboraron entre 15 y 34 horas (600 mil más que un año antes). El problema radica en que una jornada laboral reducida implica ingresos y prestaciones moderadas
, advierte.