Mariana Avitia aún no asimila la medalla de bronce que ganó en Londres 2012. Ni siquiera esperaba subir al podio, dice en un acto de sinceridad al volver a la ciudad de México con parte del equipo de tiro con arco.

Creía que quedaría entre las 10 mejores o si acaso igualar lo conseguido en Pekín 2008; la verdad es que nunca pensé que iba a ganar una medalla, comenta recordando aquel octavo puesto que obtuvo con apenas 14 años de edad. Esta vez fue distinto, porque cuando fui a Pekín era muy niña y no sabía lo que significaba competir en Juegos Olímpicos; hoy ya sabía lo que es estar en esos escenarios.

Para ella las posibilidades estaban en la competencia por equipo, pero no creía que lo lograría en individual. Todo fue muy repentino, explica la joven arquera de 18 años. Muchos me dicen que tiré muy bien, pero ni siquiera me acuerdo cómo lo hice.

Junto a ella, Juan René Serrano muestra otro matiz de la experiencia de Londres 2012. El arquero tapatío que en Pekín quedó en cuarto puesto y sobre el que estaban volcadas demasiadas expectativas, repitió ese lugar por equipos, lo que le dejó un sentimiento de insatisfacción.

Tengo un sentimiento muy fuerte por haber preparado tanto una competencia, pelear por una medalla, pero al final no se consigue; queda esa sensación de que no lo lograste, confiesa.

Serrano acepta que las expectativas sobre su participación eran muy altas, incluso tan grandes que él mismo ya se sentía seguro de ganar una presea.

No estaba confiado, pero sí estaba seguro de que por mi preparación podía conseguir una medalla; pero así es el deporte y los resultados. No podemos controlarlo, podemos controlar nuestros tiros y nuestros nervios, pero no si vamos a ganar, agrega.

Para el arquero jalisciense, volver a quedar en una cuarta posición, esta vez por equipos, le hace pensar que está tocando la puerta de las medallas y tiene confianza de que tarde o temprano se le abrirá esa oportunidad. Por el momento, tratará de entender qué sucedió en Londres.

Lo que no pasa de largo es que para muchos este resultado será calificado de fracaso, lo cual para él resulta muy severo.

Para mí un fracaso es que hubiera quedado en el último lugar, qué va, que no hubiera ido a Juegos Olímpicos, pero volví a quedar a un paso del podio, eso quiere decir para mí que lo voy a lograr, y ese día podré cerrar algunas bocas, añade.

Acompañados de Eduardo Vélez, Alejandra Valencia y del hoy popular Luis Abuelo Álvarez, llegaron por la noche al aeropuerto de la ciudad de México. Dieron una breve conferencia y se marcharon con el ánimo mesurado. Avitia era la más asediada. Sonrojada, trataba de responder e insistía en que aún no le cae el veinte de lo que hizo.

Antes de marcharse retoma las palabras de Juan René Serrano y previene del entusiasmo desmedido cuando un deportista tiene éxito. Yo no sé si voy a estar dentro de cuatro años, sé que entrenando, pero desde ahora ya muchos me están colgando una medalla de oro en Río 2016, dice Mariana. Yo lo único que quiero es volver a clases el lunes, estar en mi casa y ver a mis amigos. Del futuro, no me visualizo qué pasará, finaliza.