Martes 31 de julio de 2012, p. 33
Las políticas públicas vigentes en el sector campesino ya no funcionan, y en vez de paliar la pobreza la aumentan, se ha elevado la dependencia alimentaria y no hay esquemas para enfrentar las pérdidas ocasionadas por los cambios climáticos, que en años recientes tuvieron un costo de 20 mil millones de pesos para el país, por lo que se deben ajustar todos los programas para el campo. Sin embargo, ante la propuesta de un nuevo pacto rural, la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano) señaló, por conducto de Raúl Pérez Bedolla, secretario de organización, que sólo lo aceptaría si lo firma Enrique Peña Nieto, ganador de las pasadas elecciones presidenciales.
Tras una reunión entre dirigentes de la Unión General de Obreros y Campesinos de México, el Consejo Nacional de Sociedades y Colonos, la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas, la Confederación Agrarista Mexicana y Alcano con el equipo de transición de Peña Nieto, Pérez Bedolla explicó que el nuevo pacto sería continuación del Acuerdo Nacional para el Campo, en el que quedaron muchos pendientes, los cuales se retomarían porque se requiere el cambio de políticas públicas para el campo
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Aseguró que las organizaciones campesinas que promueven la firma del nuevo pacto rural representan a los pequeños productores, ejidatarios, comuneros e indígenas quienes generan los alimentos básicos que el país requiere, por lo que apremió a cambiar los esquemas actuales.