Nueva York, 27 de julio. Las negociaciones en la Organización de Naciones Unidas (ONU) para alcanzar el primer tratado internacional sobre comercio de armas convencionales fracasaron este viernes y serán reanudadas posteriormente, informó el presidente del encuentro, el argentino Roberto García Moritán.

A algunos países no les gusta el último proyecto de tratado, lamentó Moritán, quien señaló que la asamblea general decidirá sobre el seguimiento del asunto y el establecimiento de fechas para las posibles nuevas negociaciones. Esperamos tener un tratado rápidamente, apuntó.

Estados Unidos, Rusia y otros países pidieron más tiempo. En esta reunión participaron 193 estados miembro.

Las naciones que abogaban por un tratado más fuerte y efectivo manifestaron que las conversaciones serán retomadas probablemente en los meses próximos.

La última ronda de discusiones se extendió tres semanas, sin que se alcanzara un convenio.

Creemos que estuvimos muy cerca de alcanzar nuestras metas. Estamos decepcionados porque el proceso no ha llegado hoy a una conclusión exitosa. Estamos decepcionados pero no desalentados, comentó en un comunicado emitido por 90 países que quieren continuar las pláticas.

Según Zobel Behalal, de la ONUG CCFD-Tierra Solidaria, las posibilidades de éxito de la conferencia estuvieron comprometidas, pues varios países, entre ellos Rusia y Estados Unidos, se expresaron en favor de una negociación posterior.

El mercado de armas asciende a 70 mil millones de dólares anuales.

Las normas a fijar deberían obligar a las naciones que venden armas a mantener un registro de sus transacciones y evaluar si éstas pueden ser utilizadas para cometer violaciones graves a los derechos humanos, atentados o pueden caer en manos del crimen organizado.

El tratado debe definir los tipos de armas que serán controladas, los criterios de evaluación y el dispositivo de control a aplicar, el cual seguirá dependiendo de cada país.

Las municiones no figuraron en la lista de material cubierto debido a presiones de Estados Unidos, que produce 6 mil millones de balas al año.

Un pequeño grupo de naciones (entre ellas Siria, Argelia, Irán, Corea del Norte y Cuba) permanecen contrarias a la adopción de un tratado de cumplimiento obligatorio.

Además, Estados Unidos presiona para introducir en el texto final enmiendas que le permitan tener derecho de veto, con el argumento de que no se restrinjan las facultades de portación de implementos bélicos de sus ciudadanos.

Ese país ocupa el primer lugar en exportación de armamento, con 30 por ciento de ventas a escala global, y Rusia el segundo puesto con 24.

El jueves, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su preocupación por los limitados progresos en las negociaciones y abogó por llegar a un consenso.

Recordó a los participantes en la conferencia que el texto representa una deuda con las víctimas de los conflictos armados y la violencia, con los niños y con quienes arriesgan sus vidas en la búsqueda de paz.