Educación Pública debe explicar alcances de la falta: Olac Fuentes
Viernes 20 de julio de 2012, p. 39
Con la venta
de una copia original de la evaluación universal que se aplicó a 263 mil profesores de primaria en sus dos etapas, se demostró lo absurdo de apostar tanto a un examen que no ha dado ninguna certidumbre sobre la elección y capacitación para los mejores maestros
, afirmaron especialistas en educación.
Desde hace varios años, agregaron, hay una obsesión por aplicar pruebas estandarizadas para medir calidad educativa, que hoy comprobamos no tiene razón de existir, pues no son instrumentos fiables al cien por ciento
. Apuntaron que digitalizar las pruebas, como propuso el secretario de Educación Pública, “no es ninguna garantía de que no se violarán los candados”.
Olac Fuentes Molinar, ex subsecretario de Educación Básica, señaló que la comercialización de la prueba es un factor de contaminación en la aplicación del examen y la Secretaría de Educación Pública (SEP) no ha dado a conocer el alcance de esta falta, pese a que se trata de una evaluación de alto impacto de la que dependen estímulos económicos y acceso a capacitación
.
En Estados Unidos, abundó, hay evidencias claras de fraudes educativos aún con sistemas electrónicos. Esta alternativa no asegura que la prueba deje de ser sustraída.
En entrevista por separado, Lucía Rivera, profesora-investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, consideró que “está demostrado que hay un sistema institucional de corrupción en el que están atrapadas las pruebas estandarizadas, y esto no cambiará hasta que se liberen del lastre que representa atar resultados a beneficios económicos.
Digitalizar las pruebas no es ninguna solución, porque la cadena de corrupción sigue ahí, y no desaparecerá hasta que las evaluaciones dejen de estar atadas a los estímulos y beneficios económicos o de ascenso laboral
.
Carlos Muñoz Izquierdo, investigador de la Universidad Iberoamericana y experto en el sistema educativo nacional, explicó que con la venta de la prueba pierde su sentido. Es preocupante, pues sin certidumbre de transparencia y equidad para los participantes no vale la pena que continúe su aplicación
.
Enfatizó que la SEP debe investigar los hechos a fondo y dar una explicación sobre las responsabilidades internas, ya que hay una falta de honestidad y probidad, y pareciera que el enemigo está dentro.