La Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoció la fuga de una copia original del examen de la evaluación universal, misma que fue filtrada y vendida a los maestros.

Después de hacer una compulsa entre la evaluación que dio a conocer La Jornada –comprada en mil 500 pesos por los profesores– y los exámenes de este programa, concluyó lo siguiente: la copia cotejada sí corresponde al tipo 004 de la prueba A aplicada el 24 de junio (en la primera fase de la evaluación). La evidencia aporta elementos de que se trata de una copia del cuadernillo número 55162 de la maestra Ibara García Celia, sustraída el 24 de junio del centro de aplicación 15014 en el estado de México, por lo que la SEP ya presentó una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia (PGJEM) de esa entidad.

El resultado de este cotejo entregado por la dependencia comprobó que la copia que posee este diario, la cual fue vendida antes de la segunda fase de la evaluación realizada el pasado 6 de julio, coincide con la prueba B en 11 temas o contenidos, los campos de formación, número de reactivos, formato, tipografía, preguntas enmarcadas, número de opciones de respuesta, nombre del examen y hasta la leyenda de prohibida su reproducción parcial o total.

En las similitudes del examen filtrado con la prueba B, que fue aplicada el 6 de julio, la SEP puntualizó estas coincidencias: en el campo de lenguaje y comunicación, una lectura titulada Corredor centenario completa maratón, el tema del bullying, tres temas sobre la interculturalidad y diversidad lingüística; en el campo de pensamiento matemático, cinco temas similares sobre sucesión numérica, problemas multiplicativos, el enfoque didáctico, propósitos de las matemáticas, enfoque formativo de la evaluación; en el de exploración y comprensión coindice un tema, que es el de espacio geográfico y en el de desarrollo personal y para la convivencia hay dos temas similares que corresponden a corporeidad y expresión. Esto, aunque las preguntas y respuestas entre un examen y otro son diferentes.

Sin embargo, la SEP aseguró que la evaluación universal nunca estuvo en riesgo y no invalidará la aplicación de ninguna de las dos versiones de pruebas –A y B– que presentaron 263 mil 24 profesores los pasados 24 de junio y 6 de julio, porque las respuestas del examen filtrado no coinciden con las del tipo B. Pero ante estos hechos, la directora de Evaluación de la dependencia, Ana María Aceves, anunció que la secretaría procede a cancelar, esto es, a no utilizar en las próximas aplicaciones ningún reactivo de la prueba A ni la prueba B para efecto de la comparabilidad que nosotros queríamos hacer y que era importante”.

Además, la SEP realizará una revisión de las respuestas del examen A, vendido a los profesores, con las del B para determinar si alguien respondió con ese patrón y, así, medir el posible impacto de este hecho.

10 medidas para una seguridad de 10

Esta fuga ocurre con todo y que la evaluación universal tuvo medidas de seguridad de pruebas de alto impacto, como son las de carrera magisterial y el concurso de plazas. De hecho, la SEP presentó, durante el proceso, una estrategia denominada 10 medidas para una seguridad de 10 en estas aplicaciones, entre ellas la impresión de exámenes con folios seriados.

Luego de que La Jornada denunció la filtración de una supuesta prueba que maestros de la capital del país compraron en varios planteles, para lo cual realizaron incluso una vaquita a fin de completar el costo, la SEP accedió a abrir, por primera vez, los exámenes elaborados y ensamblados por el Centro Nacional de Evaluación (Ceneval), y en la presencia del notario público 237 del Distrito Federal, Alfredo Ayala.

Al realizarse el proceso de destrucción de los cuadernillos, el pasado lunes, refirió Aceves, se detectó la pérdida de uno de ellos, correspondiente al tipo A, que fue, precisamente, el que se filtró y vendió. Se hizo el rastreo del cuadernillo faltante y se llegó al nombre de la maestra Celia Ibarra García, quien presentó el examen el pasado 24 de junio. Sin embargo, puntualizó el titular de la Unidad de Planeación de la dependencia, Bernardo Rojas Nájera, no necesariamente ella es la responsable de haberlo vendido o fotocopiado.

Según el acta de irregularidades levantada en el centro de aplicación 15014, estado de México, la maestra Ibarra asegura que entregó el cuadernillo y que había aproximadamente cinco personas entregando al mismo tiempo que yo. Ana María Aceves dijo que, de entrada, hay una responsabilidad del aplicador, ya que uno de los procedimientos es llamar de uno en uno a cada maestro para que entreguen los materiales.

La funcionaria apuntó que de los 918 mil 456 exámenes , sólo se reportan dos cuadernillos perdidos: uno, el correspondiente al tipo 004 de la prueba A, que fue filtrado, y el otro, un cuadernillo de preguntas del concurso nacional de plazas docentes, extraviado en el estado de Guanajuato.

No obstante, en la denuncia de hechos presentada ante la PGJEM se habla de otro cuadernillo más sustraído en otra sede, la 1508 en el estado de México. Aceves explicó que fue una pérdida parcial del tipo de examen 007, que se incluyó en la averiguación para determinar si hubo ahí alguna copia.