Quien asuma la Presidencia de la República el próximo primero de diciembre tendrá más facultades que sus antecesores, como la de presentar iniciativas preferentes, y podrá rendir protesta fuera del Congreso de la Unión en caso de que haya problemas para hacerlo en ese recinto, con base en la reforma política cuyo proceso constitucional concluyó ayer.

La Comisión Permanente emitió la declaratoria de aprobación de la reforma, después de que se computó la votación en favor de 17 congresos locales sobre el nuevo ordenamiento jurídico que, según comentó en tribuna el senador priísta Manlio Fabio Beltrones, moderniza el presidencialismo mexicano.

La reforma incluye la modificación de 14 artículos de la Carta Magna y posibilita que en caso de conflicto o de crisis el presidente electo rinda protesta constitucional ante los titulares de las mesas directivas de las dos cámaras del Congreso o ante el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En tribuna, Beltrones, impulsor de la reforma que comenzó a discutirse a principios de 2007, recalcó que el nuevo ordenamiento permitirá subsanar o corregir en buena parte los elementos que provocaron el conflicto postelectoral de 2006.

En entrevista, el diputado priísta José Ramón Martell sostuvo que con esta reforma hay cinco posibilidades de que Enrique Peña Nieto pueda rendir protesta. Se equivocan quienes creen que pueden hacer rehén a un hombre que eligió el pueblo.

Durante la sesión de la Comisión Permanente, legisladores del PRD lamentaron que entre los temas medulares que quedaron fuera de la reforma política está la revocación de mandato y la segunda vuelta en la elección presidencial.

La senadora Dolores Gutiérrez Zurita, del PRD, resaltó que la próxima legislatura deberá trabajar una reforma política de segunda generación, que incluya la posibilidad de que la ciudadanía revoque el mandato de los malos gobernantes, la erradicación de la compra de votos y la renovación moral de la clase política.

“México no aguantará más un nuevo ‘haiga sido como haiga sido’ y tampoco va a aguantar un sufragio en efectivo”, recalcó.

En nombre de la bancada del PAN, el senador Humberto Aguilar Coronado sostuvo que en la próxima legislatura pondrá énfasis en los temas que quedaron pendientes y en los que surgieron como necesidades de cambio en el sistema electoral para que sea fiel traductor de la voluntad popular sin las distorsiones que provoca la utilización de métodos que hoy sólo son ilegítimos pero que debemos convertir en ilegales.

Beltrones indicó que a partir de la declaratoria, el Presidente tendrá derecho a iniciativa preferente y a señalar dos que deban ser resueltas rápidamente por el Congreso. Ni el Ejecutivo podrá congelar los decretos del Legislativo, ni el Legislativo podrá atreverse a congelar las iniciativas del Presidente, destacó.

El diputado perredista José Luis Jaime Correa dijo que la reforma da salida a otro pendiente: la sustitución del presidente de la República. Explicó: Si nos encontráramos en el supuesto de que llegara el primero de diciembre y no tuviéramos presidente electo, ya sea por un asunto de invalidación de la elección o por muerte, el titular de la Cámara de Senadores ocuparía de inmediato el cargo de jefe del Ejecutivo federal sustituto y se mantendrá en ese puesto hasta que el Congreso expida la convocatoria y se elija al nuevo mandatario.

El senador Francisco García Lizardi, de Movimiento Ciudadano, consideró que la reforma política es muy corta de miras, y el diputado Amadeo Espinosa, del PT, señaló: quizá lo único que vale la pena celebrar son las candidaturas independientes.

El presidente de la Permanente, el panista José González Morfín, formuló la declaratoria y turnó la reforma al Ejecutivo para su promulgación.