Pese a que la situación de inseguridad que lo obligó a salir del país durante varias semanas no ha cambiado sustancialmente, el sacerdote Alejandro Solalinde, director del albergue para migrantes Hermanos en el Camino, regresará hoy a Ixtepec, Oaxaca, para retomar sus actividades mañana.

En conferencia de prensa, el religioso afirmó que regresa a su misión pastoral con mucho entusiasmo, aunque reconoció que los peligros que enfrenta son reales y siguen estando presentes. La misión es un riesgo, cuando se toma en serio, señaló.

Aunque afirmó que las pesquisas de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre las amenazas en su contra están en marcha y ya hay algunos sospechosos señalados, lamentó que las indagatorias avancen con tanta lentitud.

Solalinde dijo estar preocupado por el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia, ya que “la mayor parte del calvario que hemos sufrido en Oaxaca ha sido ‘cortesía’” de esa formación política, a la cual ligó con la corrupción, el cacicazgo y las agresiones a migrantes.

Muestra de ello, aseveró, es el cierre del albergue San Juan Diego, en Tultitlán, pues las administraciones priístas tanto del municipio como del estado de México, no hicieron nada por reubicar el sitio o frenar las agresiones xenófobas.

Frente a ello, el religioso pidió al candidato priísta a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, que si se confirma su victoria electoral, sepa escuchar al pueblo, renueve su partido y no se rodee de cadáveres políticos, porque de lo contrario gobernará de manera autoritaria.

Al tiempo que llamó a las instituciones a refundarse y cumplir con su labor, Solalinde indicó que hace falta replantear el papel de la Iglesia católica, para sustituir el obispocentrismo por el cristocentrismo, es decir, que los ministros de culto se comprometan verdaderamente con los sectores más desfavorecidos, en vez de reproducir los esquemas verticales del alto clero.

Leticia Gutiérrez, secretaria ejecutiva de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, dijo que las entidades donde los migrantes sufren mayores agresiones están gobernadas por el PRI, y aunque dijo que tanto la PGR como la procuraduría local han asumido la protección del religioso, las investigaciones por las amenazas no han avanzado prácticamente nada.

Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional México, subrayó que el retraso en las pesquisas y la falta de cumplimiento de las medidas cautelares en pro de Solalinde ponen en riesgo su vida, por lo que urgió a las autoridades a esclarecer la identidad de los hostigadores.

Exigió que el gobierno federal diseñe e instaure un programa interinstitucional para proteger a los migrantes, y cree una base de datos sobre los trabajadores internacionales sin papeles que han sido agredidos al pasar por México.