Londres, 10 de julio. El presidente francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, se esforzaron este martes por dejar atrás el difícil inicio de su relación, pese a sus discrepancias evidentes sobre Europa, en la primera visita oficial del mandatario galo a Reino Unido. Ambos tuvieron desencuentros, pero trataron de mostrarse de acuerdo en la rueda de prensa posterior a su reunión y almuerzo en Downing Street.

Cameron, quien en febrero se había negado a recibir a Hollande cuando visitó la capital británica durante la campaña, porque respaldaba al saliente Nicolas Sarkozy, también trató de ver positivamente las diferencias con el gobernante francés.

Durante la reunión, en la que abordaron otros temas de la agenda internacional, los mandatarios señalaron su convergencia sobre sus puntos de vista respecto de Siria y la creciente presencia de Al Qaeda en la zona del Sahel.

Hollande fue recibido con una guardia de honor por los Coldstream Guards, el regimiento más antiguo del ejército británico.

El recibimiento se produjo menos de un mes después de que Cameron provocó gran polémica en Francia cuando durante la cumbre del G-20 en México se declaró dispuesto a desplegar la alfombra roja para los exiliados fiscales franceses, tras el alza anunciada por Hollande al impuesto a las grandes fortunas.