Nuevo Laredo, Tams., 7 de Julio. Elementos del Instituto Nacional de Migración detuvieron en esta frontera a Marlon Omar, de 9 años, y a su prima Lizzi, de siete, originarios de Honduras, quienes eran llevados en un autobús por un traficante de indocumentados que pretendía entregarlos a sus padres en Indiana, Estados Unidos. Por cada niño, el pollero iba cobrar 3 mil dólares.

Ambos menores fueron enviados a la casa hogar del Sistema Municipal de Desarrollo Integral de la Familia, informó Héctor Valdez Valdivia, procurador para la Defensa del Menor y la Familia.

Tenemos a los menores en el albergue mientras se ubica a los familiares en Honduras, y cuando la delegación de Migración nos notifique les entregamos a los niños para que sean regresados a su país, dijo Valdez Valdivia, quien explicó que los consulados de Honduras y de México en Indiana realizan los trámites para la repatriación de los menores.

No conocen a sus padres

La niña de siete años infor- mó que no conoce a su madre, pues ésta la abandonó para irse a trabajar a Estados Unidos cuando recién nació. No la conozco, ni tengo papá en Honduras, vivía solamente con mi abuela, comentó.

El niño refirió que tampoco conoce a sus padres. “Mi papá me dejó cuando tenía meses y mi mamá cuando tenía un año, en Honduras vivía con mi abuela materna y me mandaron con un pollero que me iba a cruzar al otro lado”, dijo Marlon, quien viajó miles de kilómetros en autobús.

Dice que recibió buen trato del patero, lo único que me daba miedo es que nos fueran a agarrar otra vez, hace poco, el primero de mayo nos detuvieron en Villahermosa, Tabasco, no logramos llegar, recordó.

Ahora que se encuentran en el Centro de Atención a Menores Fronterizos en espera de ser repatriados, Marlon Omar se siente contento, pues su mamá le prometió vía telefónica rencontrarse con él en Honduras.

Estoy feliz porque mi mamá ya me dijo que en julio se va a Honduras. Tengo un hermanito de seis años que no conozco, los extraño mucho, en todo el camino pensé mucho en mi abuelita