Viernes 6 de julio de 2012, p. 46
París, 5 de julio. Responsables de la investigación de la caída de un avión de Air France en medio del Atlántico en 2009 responsabilizaron a una combinación de error del piloto, problemas técnicos, entrenamiento insuficiente y mala supervisión, en un reporte que fue más allá de lo esperado al criticar la seguridad de la industria aeronáutica.
El informe final sobre el accidente del Airbus A330 durante el vuelo entre Río de Janeiro y París, que dejó 228 muertos hace más de tres años, exhortó a mejorar el entrenamiento de los pilotos y el diseño de la cabina de mando, entre las 25 recomendaciones para evitar que el desastre se repita.
Además, indicó, que la aerolínea francesa era sometida a menos inspecciones que rivales más pequeños.
Los sindicatos de pilotos comerciales y Air France se han enfrentado al fabricante de aviones Airbus respecto a quién o a qué culpar por la mayor pérdida jamás registrada por la aerolínea.
Mala respuesta
El informe final del BEA, organismo francés responsable de investigar los accidentes aéreos, confirmó hallazgos previos de que la tripulación tuvo un mal manejo de su respuesta a la lectura de pérdida de velocidad reportada por sensores en mal funcionamiento que se congelaron en las turbulentas condiciones sobre el Atlántico sur el primero de junio de 2009.
El avión se fue a pique por cuatro minutos en la oscuridad en una entrada en pérdida aerodinámica, mientras sus alas buscaban aire y los pilotos no reaccionaban a las reiteradas alarmas, según grabaciones del vuelo recuperadas dos años después del siniestro.
Este accidente resulta de un avión sacado de su ambiente normal de operaciones por una tripulación que no entendió la situación
, dijo el director de BEA, Jean-Paul Troadec.
Sin embargo, añadió que la misma situación podría haber ocurrido con una tripulación diferente.
El reporte también encontró que los sensores de velocidad del A330, diseñados por la firma francesa Thales, sólo fueron actualizados después del desastre, pese a que hubo incidentes previos con el equipo.
El informe exhortó a Airbus a revisar el sistema de alarma de entrada en pérdida de la aeronave, tras las críticas al comportamiento errático de la alarma cuando el avión estaba –al iniciar la caída– a 38 mil pies.