El proceso electoral llegará a una buena conclusión por la vía de las instituciones y las leyes, y con el respaldo del gobierno de la República. Después vendrá un espacio de evaluación y análisis sobre lo que se debe cambiar, advirtió el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.

En esa nueva etapa –dijo–, las fuerzas políticas deberán anteponer el interés de los ciudadanos y el objetivo de consolidar la democracia, lo que requerirá un esfuerzo especial, porque implica reconocer el cambio que ha tenido la sociedad civil. Poiré encabezó ayer la ceremonia en que se presentó la nueva edición electrónica del Diario Oficial de la Federación, la cual estará disponible en Internet y tendrá validez para procedimientos legales. Es decir –explicó–, ya no será necesario que las personas adquieran los ejemplares.

Sobre el tema electoral, dijo que está en sus etapas finales. Resaltó que la jornada del domingo 1º de julio fue muy significativa por la participación amplia de la ciudadanía y porque se llevó a cabo en un ambiente indudablemente de seguridad, tranquilidad y paz.

Sin embargo, reconoció que hubo algunos incidentes y a cada uno se les dio atención, conforme a los ordenamientos jurídicos y las atribuciones de las distintas autoridades.

Destacó también la transparencia con que se llevó a cabo el proceso. Significa –explicó– que la actuación de los funcionarios electorales está a la luz de la opinión pública, al escrutinio de las fuerzas políticas y con mecanismos concretos para dirimir cada una de las controversias, las posibles inconformidades y denuncias que se vayan a presentar o que se hayan presentado.

El gobierno federal –agregó– confía en que será por la vía de las instituciones y las leyes como los mexicanos vamos a dar una buena conclusión a este proceso comicial federal.

Insistió en que la Federación ha sido respetuosa y confía en la actuación de las autoridades electorales para resolver con exhaustividad, apego a la ley y de manera imparcial cada una de las inquietudes de las fuerzas políticas.

Mencionó que con cada proceso electoral surgen lecciones y oportunidades para señalar lo que funciona y lo que no, así como para identificar las disposiciones que ya no atienden a la realidad del país. Esas áreas de oportunidad han de revisarse y e incluso modificarse. Para ello, los actores políticos deben tener en mente que las actuales disposiciones y normas deben tener plena validez y fuerza hasta que concluya el proceso, dijo.