odos somos víctimas de un Estado confiscado/ con un gobierno involucrado en las ganancias del narco;/ es una nación podrida con la población herida./ Son los Zetas o es el Chapo/ tus hijos ya son sicarios/ muérdete la lengua que hay 30 muertos en Veracruz;/ es todo un placer y orgullo/ que quizás el turno es tuyo, que quizás mañana ya no llegues vivo a tu casa… Es México… ¡ra ra rá!” Así canta/rapea el capitalino Camilo Lara, del Instituto Mexicano del Sonido (IMS), en la canción México, contenida en su quinto disco, Político (Nacional Records, 2012), el cual sigue la línea musical de sus trabajos anteriores, pero se distingue por contener, a diferencia de lo previo, letras de humor negro que retratan de forma simple, sincera, agrias estampas de la actualidad nacional.

Entre deslavadas trompetas de mariachi, como si el espíritu del país se derritiera al ritmo de su dolor, remata el mismo tema: Verde de mota, blanco de coca, rojo de sangre./ Estado fallido campeón./ Orgullosos patios traseros al sonoro rugir del cañón. Asimismo, en ¡Más!, corea, entre guitarras surf: Soy prostituta, diputado y senador/ militante de un culto aterrador/ navaja en mano soy tu exterminador;/ tercermundista, soy esclavo y libertador/ director de una orquesta sin control/ mira al espejo y te verás en su reflejo. Todo ello se mueve en el interior de este estreno fonográfico, en un momento nacional crítico, y con ello disuelve una vez más la tesis de la apatía musical de la que absurdamente fue llamada generación Zoé.

El resto es de temas prácticamente instrumentales, y uno que otro de letra jocosa donde pasa de ser un tipo raro a retratar a un luchador (Jefe, tema para la serie Luchadores del canal A&E), donde los ritmos referidos siguen siendo collages sonoros, como hizo en Mejico Maxico (2006), Piñata (2007), Soy Sauce (2009) y el EP Suave Patria (2010).

Si bien Lara es señalado por sus detractores de gozar de nombre y difusión por haber estado en un puesto alto en la disquera EMI, la verdad es que el trabajo que realiza es independiente. Además, son genuinos e innegables la creatividad lírica y el tesón escénico de este rollizo melómano, obsesionado con los ritmos populares de los años 30 a 60: son cubano, lounge, mariachi, la música tropical de salón y de marimba, los cuales samplea con tino sobre guitarras yeyé y beats de baja definición. Igualmente, en vivo, el IMS se ha vuelto un favorito de la muchachada bailadora, con un combo de músicos y un frenético Camilo Lara al frente. Si bien en sus inicios ofrecía desfavorables actuaciones, con el tiempo ha crecido para hoy ya plantarse con convicción y carisma.

Sin embargo, desventaja usual en él, en oposición a su inmenso entusiasmo, es que sus temas se agotan pronto; sus estructuras y armonías son precarias, y algunos de sus tracks terminan siendo un loop, una sola idea sin desarrollar, con todo y que su paleta sonora y bagaje musical son distintivos y poco socorridos por otros autores locales. Aun así, vale la pena destacar este disco, por enunciar de forma clara cosas que pocos creadores de rock y ritmos anexos señalan hoy día. Sorprende y duele, y eso lo hace sobresalir. Ineludible es el video del mismo tema México, que homenajea al movimiento #YoSoy132 y recuerda a los muertos y desaparecidos, víctimas de la “guerra contra el narco”, entre tristes imágenes de la historia nacional reciente: http://bit.ly/L1mmfk. Falta un rato pero ya hay boletos a la venta: el IMS actuará el 17 de agosto en el Metropólitan (Independencia 90, Centro); 21 horas, $200 a $450.

Morrison, Rock en el Martí, Olympic Fest

Este espacio repudia los cientos de miles de irregularidades del reciente proceso electoral, e insta a no dejar de vigilarlo, desde la ciudadanía. El PRI podrá ser el mismo, pero como sociedad ya no somos, ya no podemos ser los mismos.

Viernes 6: 1. La dulzura de Carla Morrison. Parque Naucalli, Naucalpan. 20 horas, $180 a $300. 2. Electrobailongo con Quiero Club, Sonido San Francisco, El Ritmo Mundial. Pasagüero (Motolinia 33, Centro). 22 horas, $180.

Sábado 7: 1. Rock en el Martí: Los Licuadoras, Seven Rays, Pegazo. Centro Cultural José Martí (Dr Mora 1, Centro; Metro Hidalgo). 12 horas, acceso libre. 2. El indie-electro de la encantadora Nite Jewel (Ramona González): voz vaporosa, cajitas de ritmo, teclados lo-fi; de la escena angelina retro-80’s tipo Ariel Pink. Pasagüero (dirección citada). 22 horas, $200 y $250.

Miércoles 11: Olympic Beat Fest. Los grandes mashups del estadunidense Greg Gillis, alias Girl Talk; el rap de B.o.B., el electro-norteño de Kinky, el beat de Sussie 4 y el pop de Belanova. Palacio de los Deportes. Auspiciado por Coca Cola, sólo se puede asistir siguiendo en Twitter las dinámicas de la cuenta @CocaColaMx. Más recomendaciones en www.patipenaloza.blogspot.com

Twitter: patipenaloza