“Es un viaje, un sueño, y eso me emociona, me ilusiona. Y me digo ‘no manches’; me voy un mes, dejo a mi familia, amigos, todo por perseguir esa meta que tanto he querido y he tratado de alcanzar: una semifinal olímpica”, afirmó la nadadora María Fernanda González al partir ayer a Barcelona.

Invadida por una mezcla de sentimientos y con la ansiedad de ya quiero nadar en Londres, en lo que serán sus segundos Juegos Olímpicos y los últimos, la mexiquense externó que dejaba el país empujada por una gran motivación y con una luz que me ilumina.

Al lado de su madre y hermano, así como de su entrenador Armando Fernández, con quien llegó procedente de San Luis Potosí para abordar el vuelo a España, la mejor dorsista de México dijo que iba muy fuerte mental y físicamente, a diferencia de hace cuatros años cuando debutó en Pekín, y que le daba gusto que ahora no se sentirá tan sola porque tendrá a siete compañeros que recibieron la invitación por sus marcas B.

Reiteró que durante el tiempo que entrenó en La Loma trabajó con le mente puesta en esa semifinal olímpica de 200 metros dorso, pues de conseguirlo significaría que se dio un avance importante en su carrera y en la natación nacional.

Con las uñas pintadas con los colores de la bandera mexicana, Fer apuntó: “Sería un buen logro estar entre las 16 mejores. La diferencia (entre las rivales) es décimas y centésimas.

González viajó a España para sus últimos entrenamientosFoto Conade

Todo puede pasar y con un momento de inspiración cumpliríamos esa meta. Vengo de una racha buena y eso me motiva a salir adelante. Nunca me he estancado en mis tiempos y espero esa semifinal soñada, dijo la triple medallista panamericana, quien recientemente salió en la portada de una revista con el tatuaje de los aros olímpicos debajo de la cadera.

Entrevistada en el aeropuerto capitalino, explicó que la diferencia entre las 20 nadadoras de Estados Unidos, Rusia y Francia que la superan por sus cronos, es mínima, de uno a dos segundos, pero que su tiempo A (2.10.75 minutos) le da confianza para conseguir algo histórico, pues después de Juan José Veloz (Atenas 2004), ningún nadador ha terminado entre los 16 mejores.

“Sigo estando cerca de los top, bajé dos segundos cuando clasifique a Londres. Me siento fuerte, lista y preparada con el trabajo que hicimos en La Loma. Hace cuatro años era una novata, no tenía el fogueo requerido y (Pekín) me impresionó bastante.

Ahora llego más centrada y lo que haremos en Barcelona será aclimatarnos al nivel del mar, porque todo el tiempo entrené en altura. Visualizaremos los pasos de competencia, el 200 y 100 dorso, series de potencia dentro y fuera del agua y esperar el día de la competencia (el 29 de julio en el Centro Acuático londinense), añadió la nadadora.