La templanza de sus nervios le dieron el boleto a Londres al equipo femenil de tiro con arco. En el preolímpico, durante la competencia decisiva contra Georgia, Aída Román había tirado con calificación de siete puntos y las rivales habían respondido con un tiro perfecto de 10. Ella no perdió el temple, pero el disparo definitivo quedó en manos de Alejandra Valencia, quien llegó concentrada: cargó, respiró profundo y detuvo el curso del mundo dentro de su mente. La flecha se ensartó en el centro de la diana.

Así recuerdan ambas la competencia de junio pasado, en Ogden, Estados Unidos, en la que obtuvieron el boleto para los Juegos Olímpicos, los primeros a los que asistirá todo el equipo femenil mexicano, logro que las llena de entusiasmo y les da confianza para pensar que por una medalla.

No vamos de paseo. Nosotras tenemos el nivel y el propósito de pelear por las preseas; está dentro de nuestras aspiraciones reales, anticipa Román en el penúltimo día de entrenamiento en el Comité Olímpico Mexicano.

Aquella disputa fue una buena prueba para tomar el pulso a lo que enfrentarán en Londres: vencieron a España, Mongolia y Georgia, lo que les sirvió para afianzar sus expectativas.

Vamos muy fuertes en tiro con arco y por la medalla aunque, claro, no somos el único país con ese propósito. Esto es tiro con arco y es impredecible, puede ser que por el viento o por algo imprevisto te ganen por un milímetro, señala Román sobre lo que ocurrió en Ogden, donde perdieron el primer lugar ante Estados Unidos justo por un milímetro y medio.

Era el mismo valor de flechas, la misma precisión, pero esa diferencia fue decisiva.

Por eso, Valencia asegura que no sólo la destreza y la técnica es lo que decide el futuro de un equipo. En la prueba para conseguir el boleto ella hizo un despliegue de precisión y concentración imperturbable.

Trabajamos mucho en ese sentido, porque a veces la presión puede arruinar el trabajo físico, la técnica. Si no logras concentrarte en tu cometido puedes arruinar cuatro años de preparación, comenta la doble medallista panamericana.

Sin embargo, señaló que esta vez tienen la ventaja de tener a todo el equipo en la competencia, lo cual a la hora de las competencias resulta significativo.

Yo he competido sola y no es lo mismo. La presión no se siente igual estando una sola ante las rivales que con tus compañeras de equipo; ahí se distribuye toda esa carga, expuso la sonorense.

Como cualquier atleta de alto rendimiento en una competencia olímpica, la idea es llegar lo más lejos posible, pero Valencia recuerda que llegan bien preparadas y con la tranquilidad de haber competido con las mejores de la disciplina.

Nosotras pensamos en finales o semifinales, pues en nuestro deporte entrar a esta instancia nos garantiza una medalla y tenemos expectativas reales de subir al podio, aseguró.