El documental no proyecta ningún mensaje político, porque no es panfletario
, subraya
una provocación a la reflexión, dice Alejandro Lubezki
El filme no incluye el escándalo ni revela prácticas corruptas, muestra cómo se hace la política mexicana en los más altos niveles
Retrata el lado humano
del fundador del PRD
Domingo 1º de julio de 2012, p. 7
Morelia, Mich., 30 de junio. El documental El Ingeniero no proyecta ningún mensaje político, porque no es planfletario; es más bien una provocación a la reflexión
sobre el retrato de vida de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, señaló su director Alejandro Lubezki.
Luego de presentar el documental en el teatro Rubén Romero Flores de esta capital, el cineasta subrayó que El Ingeniero no tiene una función proselitista, no es planfletario. Es el retrato de un personaje importantísimo que está en una situación especial, delimitada en el tiempo de cuando trabajó en el Gobierno del Distrito Federal y luego perdió las elecciones presidenciales (en 2000)
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Lubezki no incluye el escándalo ni revela prácticas corruptas o el actuar de un redentor; muestra cómo se hace la política en los niveles más altos en México y deja ver el lado humano
del fundador del Partido de la Revolución Democrática.
En entrevista, el director señaló que el documental –con una duración de 129 minutos– es contado a partir de las vivencias de un grupo político derrotado en las elecciones presidenciales de 2000, un fragmento fundamen-tal de la historia de México que no suele llegar al público, pues no está escrito por los vencedores
.
Venimos a hacerle ruido para que podamos de alguna manera buscar una distribución, ya sea comercial o alternativa, porque lo importante de los documentales es que se vean
, destacó.
Confió en que muchas personas verán el largometraje, porque sólo así se podrán llenar de curiosidad; ver qué pasó y si eso afecta su vida en relación con lo que pasa en el país, ¡pues qué mejor!
.
300 horas de grabación
Reconoció que la realización del documental fue complicada debido a su precaria situación económica y al hecho de que grabó más de 300 horas, lo que implicó tomar notas durante dos años para poder concluirlo. Tuve la confianza y la suerte de que el ingeniero me dejó estar ahí, 18 horas al día durante un año. Fue una oportunidad única
.
Destacó que el género documental está viviendo en el país y en el mundo un momento muy especial
, ya que algunos son proyectados en pantallas comerciales y otros en televisión.
Nos enseña cosas. No obstante que esté editado y que tenga puntos de vista, el documental es un reflejo de la realidad y no una interpretación de los personajes, como en la ficción, que nos entretiene como nada
, planteó.
Lubezki precisó que El Ingeniero fue presentado en Guadalajara y en la ciudad de México, por lo que su proyección en la capital michoacana es su tercera presentación. Pero cada función es como un estreno, porque hasta donde sé no hay ojos repetidos
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