Ankara, 26 de junio. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió hoy a Siria que tenga cuidado con la ira de Turquía en caso de nuevos incidentes como el sucedido el viernes, cuando uno de sus aviones fue derribado por Damasco, y ordenó a las fuerzas armadas que reaccionen a cualquier amenaza militar siria cerca de la frontera entre ambos países.

Fue un acto deliberado de hostilidad, dijo Erdogan, aunque subrayó que Turquía no irá a la guerra por el incidente del avión en el que murieron los dos tripulantes.

No obstante, destacó que nuestra respuesta racional no debe ser percibida como debilidad; nuestros modos suaves no significan que somos dóciles, pues su país replicará con determinación cualquier violación de su frontera.

Todo soldado sirio que se acerque a Turquía desde la frontera siria y represente un peligro para la seguridad será evaluado como una amenaza militar y será tratado como un blanco castrense, aseguró.

En Bruselas, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) calificó de inaceptable el derribo del avión turco, tras un encuentro a petición de Turquía.

La alianza militar expresó una fuerte condena por lo sucedido y, aunque no abordó el artículo 5 de su carta fundacional, sobre una eventual respuesta militar, expresó su solidaridad con Ankara.

Rusia consideró que el derribo del caza turco no debe considerarse una provocación o un acto intencionado, ni conducir a una desestabilización de la situación.

En Siria, el presidente Bashar Assad destacó que su país está en un verdadero estado de guerra y ordenó a su gabinete que enfoque todas sus políticas hacia la victoria frente a los rebeldes, al tiempo que fustigó a los países que piden su renuncia.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó la muerte de casi 90 personas por la violencia en todo el país; de ellos unos 50 en combates a las afueras de Damasco.

Ante la continuación de la violencia, la labor de los observadores de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Siria seguirá suspendida, dijo ante el Consejo de Seguridad Herve Ladsous, el jefe de la misión.