El objetivo es la intromisión “indetectable por autoridades y partidos” en las elecciones
Proponen a la izquierda realizar una cadena de acciones para evitar el fraude planeado
Martes 26 de junio de 2012, p. 14
El operativo de “ingeniería electoral” denominado Ágora del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) busca afectar “irregularmente el resultado de la elección” de este primero de julio mediante una intromisión “indetectable por la autoridad electoral y los partidos”, con el propósito de que “el factor de triunfo lo otorgue la mano intervencionista de Elba Esther Gordillo”, de acuerdo con el Comité Ejecutivo Nacional Democrático (CEND) de la organización sindical.
Ante ello, el CEND, que entregó el documento Sistema digital de activismo y movilización alternativo (Ágora) del SNTE, elaboró un “contra-modelo electoral” –basado en la movilización ciudadana– para “inhibir cualquier intentona instrumentada” por dicho sindicato que “busque alterar los resultados antes y el día de la elección”.
En su propuesta, en la que llama a los movimientos sociales de izquierda a unirse para evitar “el fraude”, plantea detectar a los funcionarios de casilla “cooptados por el sindicato”; resguardar físicamente las urnas; evitar los “acarreos”; cuidar el proceso al cierre de la votación, esto es, vigilar el llenado de actas electorales, el traslado de éstas a los centros de captura y hacer presencia en los institutos electorales locales. En síntesis, se trata de hacer una “cadena” de medidas a escala seccional, distrital, municipal y estatal.
Este diario dio a conocer ayer el contenido del operativo Ágora, mediante el cual el SNTE busca captar “5 millones de simpatías (votos)” mediante un entramado organizacional que consta de estrategias de “inteligencia”, “comunicación” y la movilización “a las urnas” de “3 millones 434 mil 125 personas” y de más de 6 millones de ciudadanos “contactados”.
Esto, de acuerdo con Artemio Ortiz Hurtado, encargado del CEND, es para “operar en favor del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto”.
El documento en el que el CEND del sindicato propone su “contra-modelo electoral”, advierte una “operación de fraude electoral mediante la maquinaria gordillista”, basada en la vulneración de “la capacidad legal de la autoridad electoral”, la utilización de “instrumentos electorales de forma ilegal”, la integración de la “gente de Gordillo como funcionarios de casilla” y “condicionar el voto ciudadano”.
Añade que lo que se desprende de Ágora es la localización de “grupos de alta marginación social para operar en baja intensidad y pasar desapercibido ante los actores políticos”. La “precisión” del operativo de Gordillo “se basa en diagnosticar antes de la elección las fortalezas y debilidades de la organización de cada partido. Esto permite determinar previamente dónde afectar o comprar sus estructuras de movilización, dónde alterar datos y cómo hacerlo. Esto representa la clave de su blindaje”.
Así, el CEND plantea en su estrategia para contrarrestar el “operativo gordillista” tres estrategias básicas, que consisten en la “detección a tiempo” de los mecanismos de Ágora en cada estado, distrito, sección y en las casillas.
Además de contar con elementos de “comprobación”, como testimoniales, documentales, identificación de responsables y manejo de los recursos que demuestren “plenamente la intervención violatoria e ilegal de la estructura del SNTE contra los partidos de oposición”.
Por último, apunta que “sin un contra-modelo operando, el entorno electoral se complicará gravemente, empezará con una guerra sucia entre los candidatos punteros y, posteriormente, con un resultado electoral cerrado y plagado de irregularidades”.