Sábado 23 de junio de 2012, p. a13
Donetsk, 22 de junio. España enfrentará este sábado a Francia, en un clásico continental con cuentas pendientes y una semifinal de la Eurocopa en juego.
En la ciudad ucraniana de Donetsk se llevará a cabo uno de los duelos más esperados del torneo. La furia roja quiere venganza y los bleus ansían resucitar después de años no conseguir nada.
La selección española nunca ha vencido a la francesa en un partido oficial: no lo hizo en la final de la Euro 1984, en las eliminatorias para la edición de 1992, en la primera fase para el certamen de 2000, ni en el Mundial 2006.
Nos tachan de favoritos porque somos campeones de Europa y del mundo, pero hay antecedentes de que los galos siempre han sido superiores. Veremos si somos capaces de acabar con la historia y de seguir con el aval de nuestro presente
, expresó el entrenador español, Vicente del Bosque.
Con un triunfo ante Francia, España derribaría uno de sus últimos estigmas y daría otro paso hacia su nuevo sueño: convertirse en la primera selección en completar un ciclo de dos eurocopas y un Mundial.
Para los bleus el reto tampoco es pequeño: regresar a la elite después de años rondando la medianía. El recuerdo de la reciente Copa del Mundo, con el motín de los jugadores contra el entonces seleccionador Raymond Domenech, todavía está marcado a fuego.
Especulaciones en la furia roja
En vísperas del choque, el cuadro hispano vuelve a especular con la alineación, objeto de discusiones desde el inicio del torneo. Son muchas las incógnitas, pero la mayor duda se centra en saber si jugará Fernando Torres o Cesc Fábregas. Hay debate interno que también es sano, no tenemos la verdad absoluta
, admitió Del Bosque.
En tanto, a Francia le entraron dudas con su derrota ante Suecia tras 23 partidos invicta y es probable que el técnico Laurent Blanc apueste por una táctica más precavida: Ellos tendrán la posesión de la pelota, pero eso no garantiza la victoria. Tienen un estilo especial; han dominado el futbol mundial en los recientes cuatro años y nadie ha podido batirlos, pero ahora podemos pararlos nosotros
.