Gdansk, Polonia., 21 de junio. Alemania saldrá al ataque a buscar su plaza en semifinales de la Eurocopa ante el eventual muro que levante Grecia, en un duelo de cuartos de final con tensión extradeportiva por las connotaciones políticas que lo rodean. El vencedor chocará con el ganador del cruce Inglaterra-Italia.

La Mannschaft, tricampeona europea (1972, 1980, 1996), irá en pos de su primer título grande desde la coronación en Wembley en 1996, y llega con la moral por las nubes tras ganar el grupo de la muerte con tres triunfos en fila: sobre Portugal, Holanda y Dinamarca, y es la única selección con marcha perfecta en el certamen.

Grecia, campeona europea en Portugal 2004, se instaló en cuartos con un angustioso triunfo 1-0 sobre Rusia, en el sector A, luego de iniciar con empate 1-1 ante Polonia y caída 2-1 frente a República Checa. Lo hizo con tres goles en sendos partidos y una táctica ultraconservadora.

Sin embargo, los helenos sufrirán la ausencia de su alma y motor, el capitán Giorgios Karagounis, quien deberá cumplir una fecha de suspensión por doble tarjeta amarilla.

En cambio, el entrenador de los germanos, Joachim Löw, desplegará todo su arsenal con el artillero del torneo Mario Gómez (tres anotaciones), aunque está consciente del rival.

“Será muy importante materializar con instinto asesino las pocas ocasiones que tengamos. Significará un partido apretado porque los griegos no son fáciles de desarmar.

Tienen su propio estilo de juego, está en su sangre, con una defensa sólida y un potente contrataque. Trataremos de anularlos, pero siempre están ahí. Son... artistas de la supervivencia, definió.

Grecia, conducida por el técnico portugués Fernando Santos, promete dar pelea, sin complejos, como lo hizo hace ocho años –cuando fue campeón–, desde su papel de víctima.

Si se mira la historia, esta comparación iría en nuestro favor porque al final Goliat muere. Alemania es la favorita, no sólo para este partido, sino para el torneo, pero la epopeya de 2004 es una gran fuente de inspiración, expresó Santos.

Pelearemos con uñas y dientes. Tenemos una promesa: luchar con todo durante los 90 minutos, anticipó Kostas Katsouranis, a pesar de las estadísticas en contra en el historial contra los germanos: cinco derrotas y tres empates.

Löw evitó meterse en las cuestiones socioeconómicas y apuntó en tono de broma que dejaba a Angela Merkel los temas políticos y ella no lo molestaba con los asuntos tácticos, mientras sus jugadores siguieron su libreto para relajar la situación y pensar sólo en futbol.

Venimos a jugar y no nos preocupa la política. Estamos aquí para representar a nuestro país y sabemos lo que está pasando en casa. Tenemos un nuevo primer ministro (Antonis Samaras, quien ganó las elecciones el fin de semana), así que si ustedes (los periodistas) tienen preguntas sobre política, háganselas a él, zanjó el griego Katsouranis.