De cara a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible que se celebrará en Río de Janeiro a partir de hoy y hasta el viernes de junio, la Red Brasileña por la Integración de los Pueblos criticó la denominada economía verde, pues aseguró que, lejos de beneficiar al ambiente, convierte a la naturaleza en una mercancía y no ayudará a disminuir la contaminación prevaleciente.

Diana Aguiar señaló en entrevista que en lo que fue el G-20 como en la cumbre Río+20 las grandes economías intentan explotar la parte de la naturaleza que no ha sido explotada por medio de su parasitismo financiero aplicado sobre lo que tenemos y lo que producimos los demás países.

Indicó que mientras en el G-20 se habló de crecimiento verde en la cumbre de Río+20 se tocará el tema de la economía verde y dijo que estos términos suenan como algo bonito que pudiera ayudar al medio ambiente, pero sólo es maquillar la contaminación.

Indicó que en los hechos es una agenda para crear nuevos mercados de acumulación para el sistema financiero, para seguir especulando y promueve que la naturaleza es rentable al crear nuevos productos primarios, basados en los recursos naturales, particularmente los que no han sido explotados por el mercado.

Organizaciones campesinas, como la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), han señalado que con esta estrategia las naciones ricas pretenden apoderarse de los recursos naturales de los países en desarrollo al meterlos en un esquema mercantil en lugar de promover un manejo sustentable de los recursos naturales que frene la degradación ambiental. La CIOAC insistió en que con la denominada economía verde se permite a empresas y a países ricos pagar por contaminar.

Aguiar insistió en que tanto el G-20, que concluyó ayer, como Río+20 buscan crear nuevos mercados de acumulación, para privatizar bienes comunes de la humanidad, sistemas que refuerzan los orígenes de la crisis actual.