Los Cabos BCS, 19 de junio. La presidenta argentina, Cristina Fernández, tendió un sobre amarillo a David Cameron, primer ministro británico. Dentro estaban 40 resoluciones de las Naciones Unidas y del Comité de Descolonización sobre la reivindicación que hace Argentina de la soberanía de las Islas Malvinas, un archipiélago situado en el Atlántico sur.

Con el gesto, la mandataria respondió a la petición del premier inglés de que sea respetado el resultado de un próximo referéndum, que los isleños planean llevar a cabo para pronunciarse sobre la bandera que desean ver ondear en su territorio.

El cruce, como lo llamaron aquí funcionarios y periodistas argentinos, ocurrió en una de las sesiones plenarias de la reunión cumbre del Grupo de los 20 que concluyó este martes aquí.

La versión del encuentro, fuera de agenda, entre Fernández y Cameron, fue relatada a la prensa por el canciller argentino Héctor Timerman y por Alfredo Scoccimarro, secretario de comunicación del gobierno sudamericano.

Lo que ocurrió fue que, en el desarrollo de la plenaria de jefes de Estado y de gobierno, Cameron se acercó al sitio que ocupaba la presidenta argentina. Fue una aproximación por sorpresa, según relataron los funcionarios. El premier inglés agradeció el apoyo de Argentina a la propuesta de creación de una instancia de banca central europea que funcione como prestamista de última instancia para disipar los temores sobre la fortaleza del euro.

En una cumbre en la que la mayoría de asistentes han tratado de difundir el mensaje de que se ha logrado avanzar en la definición de acuerdos para hacer frente a la crisis mundial, la presidenta Fernández comentó a Cameron que no había visto en las portadas de los principales diarios del mundo que se reflejara el optimismo por el resultado de la cumbre del G-20, según contaron los funcionarios que dieron la versión a la prensa.

Cuando la presidenta Fernández transmitía esa opinión, Cameron –según los funcionarios argentinos– la interrumpió para exigirle respetar el referendo que organizan los habitantes de las Malvinas, cuya soberanía ha estado en disputa entre Argentina y Gran Bretaña desde 1833.

La presidenta tenía entre sus papeles un sobre con todas las resoluciones de Naciones Unidas sobre Malvinas y le dijo (a Cameron) que se lo quería entregar, contó Scoccimarro. Fernández comentó al premier británico que lo que realmente se debían respetar eran las 40 resoluciones de Naciones Unidas y del Comité de Descolonización.

Camerón, relataron los funcionarios argentinos, respondió que no iba a hablar de soberanía y se negó a tomar el sobre (amarillo, tamaño carta). Fernández reviró que sólo quería dialogar como dispone Naciones Unidas.

Al término de la cumbre, Cameron ofreció una conferencia y se refirió al tema. Es importante para las Malvinas que las personas se enfoquen en una decisión por referendo porque en la carta de la ONU existe la autodeterminación de los países que creen en la democracia y en los derechos humanos y el pueblo de las Malvinas va a votar un referendo.