Alimentación y cultura
l 11 y 12 de junio tuvo lugar un importante foro organizado por diversas instituciones, entre otras el CEDRSSA, centro de investigación y documentación que apoya a la Cámara de Diputados en los temas de agricultura y alimentación.
La convocatoria fue muy amplia; acudieron médicos expertos en nutrición, pequeños y medianos productores del campo, ingenieros agrónomos, biotecnólogos, economistas, especialistas en nuevas tecnologías para la planeación en relación con el seguimiento histórico y la prospectiva de fenómenos como las lluvias, las temperaturas y otros factores que inciden en la agricultura. También asistieron productores que compartieron sus estrategias para vincularse con los mercados urbanos, especialistas en derechos humanos, así como investigadores de la historia y la cultura alimentarias. Este conjunto muestra hasta qué punto el tema de la alimentación requiere de una visión multidisciplinaria para su análisis.
Una de las constantes en la mesa que compartimos, fue la gran preocupación que hay entre los campesinos en relación con los cambios del clima. Lo mismo en Chihuahua que en Tlaxcala, dos lugares tan distantes y diversos en cuanto a características geográficas, se observan heladas atípicas, escasez de lluvias cuando debía iniciar la temporada y luego lluvias torrenciales y granizadas de gran intensidad.
El resultado son grandes pérdidas de cosechas y también de ganado, en especial vacuno. Hay otros factores muy importantes que contribuyen a hacer muy difícil la situación de medianos y pequeños productores: la extracción de agua a través de pozos sin ninguna planeación y en favor de unos cuantos, así como la distribución inequitativa de los subsidios destinados al campo.
No es menor el hecho ahí documentado, de que siendo México unos de los países que más subsidios destinan a la agricultura, es al mismo tiempo uno de los que presenta más pobres resultados en relación con la producción. La razón es sencilla: los subsidios suelen darse a quienes más tienen y el resto se entrega a la población mediante programas como Oportunidades y Procampo que se utilizan muchas veces para cooptar votos y cuya consecuencia lateral es que los favorecidos con estas aportaciones económicas sólo esperan que llegue la ayuda
y dejan de producir.
Así, el tema de la alimentación podría ser el eje de un programa de gobierno. En La Jornada del campo, de marzo de 2012, Víctor Suárez presenta un diagnóstico y propuestas que incluyen la revisión del TLCAN, políticas sustentables y mayor justicia en la distribución de apoyo a los campesinos para la erradicación del hambre y la desnutrición.