La estabilidad macroeconómica que hay en México ha contribuido a que se generen cada vez más empleos formales; sin embargo, la calidad de éstos ha empeorado, pues existen más trabajadores con salarios bajos y con menos prestaciones sociales, indicó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su mensaje semanal, el organismo destacó que la estabilidad macroeconómica es un elemento fundamental en el proceso de recuperación y crecimiento de la economía del país.

Recordó que si bien la importancia de su fortaleza se hizo evidente antes, durante y después de la crisis de 2009, también se requieren ajustes adicionales para lograr que la actividad económica logre tasas de crecimiento elevadas, lo que estimularía un incremento importante en la creación de empleos formales.

Según el CEESP, un aspecto que reflejó la importancia de la estabilidad del país para responder favorablemente y en poco tiempo a los efectos de la crisis fue la dinámica que siguió el empleo formal en ese lapso.

Indicó que según cifras del IMSS, en la crisis de 2009 se perdieron 696 mil puestos de trabajo en siete meses, mientras en la de 1995 se perdieron poco más de un millón de puestos de trabajo formales en 10 meses.