Frente al surgimiento de diversos movimientos sociales en América Latina que buscan acabar con el modelo neoliberal, que ha generado una creciente desigualdad económica y social, la labor que puedan hacer (en México) es fundamental. Si todos somos chilenos y al final seres humanos, no nos pueden limitar las fronteras, afirmó la dirigente estudiantil Camila Vallejo.

Reunida con integrantes del exilio chileno en México, señaló: Debemos dar una lucha en conjunto. Aunque ustedes no estén luchando por Chile, háganlo por México, y lo harán también por nosotros, por Latinoamérica y por una transformación global.

Convocados en la Escuela Nacional de Música, adonde acudieron alumnos, miembros de la Asociación Salvador Allende Gossens y profesores universitarios, entre ellos Adolfo Gilly, afirmó que si bien los jóvenes chilenos de hoy no sufren las persecusiones y represión, los asesinatos y el exilio de la dictadura de Augusto Pinochet, sí vivimos sus consecuencias.

Por ello, reiteró que el movimiento estudiantil que transformó a su país en 2011 reivindica la memoria de otras luchas, de sus padres y abuelos, de quienes se fueron al exilio y de los que se quedaron y han comenzado a contar sus historias, pese al miedo. Para nosotros es muy importante el haber combatido la desmemoria, porque en Chile se han borrado asignaturas como civimo, pero también están en el abandono las facultades de Filosifía e Historia, porque no son productivas en términos económicos, como producto de la mercantización educativa que vive ese país.

Acompañada por Natalia Cuevas, quien afirmó que gran parte de lo que estamos haciendo en Chile es tomar el legado de su lucha durante la Unidad Popular, encabezada por el presidente Salvador Allende, Vallejo exhortó a aprovechar la fisura que presenta la hegemonía del modelo neoliberal y consolidar la unidad de los movimientos sociales en América Latina.

También asistieron al encuentro integrantes del movimiento del 68, como Raúl Álvarez Garín, quien destacó la importancia de la lucha del pueblo chileno y sus vínculos con las movilizaciones estudiantiles de los años 60 y 70 del siglo pasado.

Por su parte, María Eugenia Monsalve, presidenta de la Asociación Salvador Allende Gossens, señaló: Hemos tenido el privilegio de tener entre nosotros a una niña-mujer, que tuvo la valentía y las agallas de levantar un movimiento que ha tenido eco en el mundo entero. Mi deseo es que haya muchas Camilas y muchas Natalias, porque si no el mundo no va a cambiar.