Damasco, 16 de junio. La misión de observadores de Naciones Unidas (ONU) enviada a Siria para supervisar un alto el fuego entre opositores armados y tropas gubernamentales suspendió temporalmente sus actividades, en reacción al incremento de las hostilidades entre las partes.

El jefe de la misión, el mayor general noruego Robert Mood, dijo que los incesantes ataques de las partes en conflicto plantean un peligro para sus observadores, que hace cuatro días fueron blanco de un ataque con armas de fuego.

Se intensificó la violencia armada en Siria en días recientes, afirmó Mood en un comunicado. La falta de buena voluntad de las partes para buscar una transición pacífica y seguir adelante con el avance de las posiciones militares está incrementando las pérdidas de ambos bandos, agregó.

Unos 300 observadores llegaron a Siria a mediados de abril para supervisar el alto el fuego en el conflicto desatado primero con protestas callejeras en marzo de 2011 y recrudecido cinco meses después con acciones armadas. La suspensión de las actividades de la misión no implica por ahora que se retirarán del país.

En respuesta a Mood, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria dijo comprender su decisión y señaló que los grupos terroristas armados han intensificado sus operaciones criminales, tomando como blanco sobre todo a los observadores de la ONU y amenazando sus vidas.

El ex presidente del Consejo Nacional Sirio Burhan Ghalioun, remplazado este mes por un dirigente kurdo-sirio en el exilio a causa de divergencias existentes entre facciones opositoras, se pronunció por la presencia de los cascos azules de la ONU.

Estados Unidos dijo que el gobierno de Barack Obama renueva su llamado para que el régimen sirio cumpla los compromisos adquiridos según el plan de Kofi Annan, enviado especial de la ONU.

Desde Estambul, cuyo gobierno está enemistado con el de Siria, la agencia turca oficial de noticias Anatolia difundió un cable en el que aseguró que un general sirio, cuyo nombre no reveló, entró a territorio turco después de desertar del ejército del país vecino del sur.

Este es el décimo oficial que, según Anatolia, deja las filas castrenses de Siria. Versiones de la oposición armada señalan que el Ejército Sirio Libre se ha nutrido de soldados y oficiales disidentes de las fuerzas armadas gubernamentales.