Peshawar, 16 de junio. Al menos 32 personas murieron y 65 resultaron heridas el sábado en dos atentados en el noroeste de Pakistán, bastión de los rebeldes talibanes y de sus aliados de Al Qaeda, informó la policía y responsables locales.

En un primer atentado, 25 personas, entre ellas tres niños, murieron al estallar un coche bomba en el principal mercado de Landi Kotal, en el distrito tribal de Khyber, fronterizo con Afganistán, precisaron autoridades locales. Dijeron que varios heridos, algunos en condición crítica, fueron trasladados a hospitales de Peshawar, capital de Khyber Pakhtunkhwa.

Al parecer, según un funcionario de seguridad, el objetivo del primer atentado era una oficina cercana perteneciente a un líder tribal aliado del gobierno para combatir a los talibanes paquistaníes. Algunas de las víctimas eran de la tribu de Zakha Jel, que apoya al gobierno en la lucha contra los militantes islamitas en la región.

Fuentes de centros hospitalarios afirmaron que 65 personas resultaron heridas, la mayoría vendedores de frutas y verduras.

Más tarde, se reportó que seis agentes y un civil murieron en la ciudad de Kohat, también en el noroeste de Pakistán, víctimas de una bomba colocada junto a una carretera, que tenía por objetivo una camioneta de la policía.

La camioneta de policía estaba haciendo un patrullaje en la ciudad. Seis agentes que iban en la camioneta murieron, dijo un oficial de policía, Safazle Naeem, y añadió que la explosión mató también a un transeúnte.

Fue un acto terrorista, expresó Naeem, quien responsabilizó de los atentados a los islamitas paquistaníes. Los atentados no fueron reivindicados de inmediato, pero se sospecha de insurgentes islamitas, que ya realizaron varios ataques en la zona.

En cinco años, los ataques atribuidos a insurgentes han causado la muerte a más de 5 mil personas, según la prensa.