Madrid, 15 de junio. Mientras la economía española sufre una de las peores crisis de su historia, el Fondo Monetario Internacional (FMI), desde Washington, le reclamó al gobierno de Mariano Rajoy las medidas que tendrá que aplicar para resolver la dramática situación: más recortes en los servicios públicos, una nueva bajada de salario a los funcionarios y el incremento urgente del IVA y los impuestos especiales. El FMI es una pieza clave del rescate bancario del pasado sábado, en el que la Unión Europea (UE) se comprometió a dar un crédito al Estado español de 100 mil millones de euros. El organismo internacional prevé unas perspectivas muy difíciles para el país.

España está sumida en la incertidumbre y la depresión económica. Los datos son demoledores: 5 millones 600 mil desempleados, 24.5 por ciento de la población activa; 25 por ciento de la población en condiciones de pobreza; los servicios públicos sufren los peores recortes de la historia reciente, 10 mil millones de euros menos, lo que supone un desmantelamiento paulatino del Estado del bienestar; y el salvamento del sector bancario a través del Fondo de Reestructuración Bancaria, que asumirá el Estado. Además, la prima de riesgo de la deuda pública cerró en 543 puntos, lo que implica una quiebra de la confianza de los inversionistas en el Tesoro español, que emitió bonos a 10 años pagando un interés de 7 por ciento. Situación tildada por el propio gobierno de insostenible y que pone al país frente al peor escenario posible: la posibilidad de que en menos de 15 días se realice un segundo rescate.

El FMI reclamó abiertamente al gobierno español que reduzca los salarios de los burócratas, que incremente el IVA, que suba los impuestos especiales –como los del tabaco y el alcohol–, con el fin de reducir el déficit público. El objetivo de estas medidas, según el FMI, es reducir cuanto antes el déficit público para evitar caer en el círculo vicioso entre crecimiento y préstamos fallidos. Los objetivos a medio plazo son generalmente adecuados, pero una senda más suave sería apropiada durante un periodo de extrema debilidad.

Pero el organismo criticó algunas de las medidas de Rajoy para luchar contra la crisis, como la deducción fiscal de la compra vivienda, precisamente porque el origen de la crisis fue la burbuja inmobiliaria. El gobierno español, según el FMI, también deberá privatizar más empresas públicas.

Desde la agencia de calificación estadunidense Fitch también salieron malas noticias: prevé para el año en curso una contracción de la economía de 1.9 por ciento del PIB

Una de las claves para entender el rápido deterioro de la economía española y la merma de la confianza en su futuro por parte de los inversionistas es el aumento desmedido de su deuda pública, que ya suma los 774 mil millones de euros, lo que representa 72.1 por ciento del PIB.