En medio de la situación que enfrentan el Vaticano y la Iglesia católica en general por la filtración de documentos personales del papa Benedicto XVI, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México, manifestó a un noticiario italiano que únicamente la transparencia y la lealtad ayudan a las personas y, por tanto, al pontífice.

El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame) reportó lo anterior en su página electrónica y aseguró que el jerarca mexicano cerró filas en torno al Papa. Rechazó las versiones de que la filtración de la documentación privada haya tenido como objetivo ayudarlo.

La traición, el engaño y jugar al escondite nunca ayudarán a nadie, ni al Papa ni a ningún prefecto de congregación, aseguró Rivera Carrera.

Además, sostuvo que el caso, conocido como vatileaks, ha causado al pontífice un dolor grande y profundo, pero también a toda la Iglesia, pues consideró que la comunicación confidencial ha sido violada. No se ataca sólo al Papa o a la curia, sino a todos quienes por escrito se dirigían con confianza a él.

Caso aislado

Aseguró que, aunque “doloroso, los vatileaks son un hecho aislado”. Comentó que las veces que le ha tocado trabajar en la curia romana ha tenido experiencias positivas y productivas.

Hace días el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, al referirse a la destitución del director del Banco Vaticano y a la filtración de documentos reservados al Papa, destacó que que hay pecado en la Iglesia. Es inocultable. Así ha sido siempre, dada la condición humana de quienes la integramos, de fieles y jerarquía. Añadió: Ello no es privativo de la católica, sino existe en las más diversas denominaciones religiosas.

El obispo lamentó que esas posibles irregularidades internas den lugar a que algunos se solacen desacreditando la autoridad moral que tiene nuestra Iglesia y a que personas débiles en su fe desconfíen, duden y se alejen.

Ante ello exhortó a la feligresía a madurar en su fe y amor, a buscar a Jesús en su comunidad de creyentes, en los pobres, en los sacramentos y en sus ministros, máxime en el Papa. Pero sobre todo los conminó a no alejarse ni desanimarse por nuestras fallas. Ayúdenos con su oración y consejos a purificarnos y santificarnos para que seamos un sacramento vivo de Jesús.